La Justicia brasileña exculpó a los pilotos estadounidenses Joe Lepore y Jan Paladino de la acusación de negligencia en el accidente con un Boeing de la aerolínea Gol que cayó en la selva amazónica el 29 de septiembre de 2006, causando la muerte a sus 154 ocupantes.
Campo Grande. Brasil dpa.-Lepore y Paladino comandaban una avioneta modelo Legacy que regresaba a Estados Unidos desde la meridional ciudad brasileña de Sao José dos Campos, y chocó con la aeronave de Gol, que había salido de Manaos hacia el sur del país.La sentencia divulgada hoy por la Justicia del estado de Mato Grosso do Sul -donde ocurrió la tragedia-, no anuló, sin embargo, el proceso abierto contra los dos pilotos por cargos de "atentado contra la seguridad de vuelo".El accidente también fue investigado por la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), cuyo informe final -anticipado el domingo último por la prensa local- concluye que la tragedia fue provocada por errores cometidos tanto por los pilotos de la avioneta como por controladores de vuelo.El documento apunta que la principal causa del accidente fue que los pilotos estadounidenses apagaron sin querer el "transponder", aparato que acciona en forma automática un sistema antichoque, minutos después de haber sobrevolado Brasilia y minutos antes de chocar con el Boeing de Gol.La investigación permitió descubrir que el equipo permaneció inactivo por 58 minutos, tiempo en el que sucedió la tragedia, y que fue puesto nuevamente en posición correcta tres minutos después de la colisión.Según la investigación, los pilotos estadounidenses no conocían a fondo el avión que estaban pilotando ni las normas de vuelo vigentes en Brasil, que se ajustan a las de la Organización Internacional de Aviación Civil (ICAO, por sus siglas en inglés).Los pilotos, señala la FAB, se rigieron por los procedimientos de la Agencia Federal de Aviación, vigente en Estados Unidos, que difiere levemente con las normas de la ICAO al establecer el momento preciso y las circunstancias en que los pilotos deben resolver mantener o no la hoja de ruta original.Sin embargo, la Aeronáutica señala que el error de los pilotos norteamericanos fue el punto central de una larga serie de errores de los cuales también son responsables los controladores de vuelo que trabajaban aquel 29 de septiembre de 2006.Basándose en los datos arrojados por las cajas negras de ambas aeronaves, el informe muestra que el controlador encargado de vigilar al Legacy en su punto de partida, Sao José dos Campos, les dijo a los pilotos que debían continuar volando hasta Manaos a 37.000 pies de altitud, sin especificar que cuando sobrevolaran Brasilia debían bajar a 36.000 pies, y volver a subir más adelante.Sin la instrucción correcta, y pese a que la hoja de ruta especificaba el cambio de altitud, los pilotos continuaron viajando a 37.000 pies y con el transponder apagado, lo que provocó la fatal colisión de frente y en pleno vuelo con el Boeing, que viajaba en sentido contrario.Por su parte, los controladores de vuelo de Brasilia y Manaos tampoco se dieron cuenta de que el Legacy pasó por sus respectivas áreas de cobertura a una altitud equivocada y con el transponder desconectado.La investigación llevada adelante por las FAB no busca castigar a los implicados, sino que tiene como objetivo establecer los factores y las causas que contribuyeron para que se produjera la tragedia y, así, evitar que ocurran nuevos accidentes bajo circunstancias similares.El accidente de 2006 fue en su momento la peor tragedia de la historia de la aviación civil brasileña, pero fue superado en julio de 2007, cuando un avión de TAM se estrelló contra un edificio al aterrizar en el aeropuerto de Sao Paulo, causando la muerte a 199 personas.
Campo Grande. Brasil dpa.-Lepore y Paladino comandaban una avioneta modelo Legacy que regresaba a Estados Unidos desde la meridional ciudad brasileña de Sao José dos Campos, y chocó con la aeronave de Gol, que había salido de Manaos hacia el sur del país.La sentencia divulgada hoy por la Justicia del estado de Mato Grosso do Sul -donde ocurrió la tragedia-, no anuló, sin embargo, el proceso abierto contra los dos pilotos por cargos de "atentado contra la seguridad de vuelo".El accidente también fue investigado por la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), cuyo informe final -anticipado el domingo último por la prensa local- concluye que la tragedia fue provocada por errores cometidos tanto por los pilotos de la avioneta como por controladores de vuelo.El documento apunta que la principal causa del accidente fue que los pilotos estadounidenses apagaron sin querer el "transponder", aparato que acciona en forma automática un sistema antichoque, minutos después de haber sobrevolado Brasilia y minutos antes de chocar con el Boeing de Gol.La investigación permitió descubrir que el equipo permaneció inactivo por 58 minutos, tiempo en el que sucedió la tragedia, y que fue puesto nuevamente en posición correcta tres minutos después de la colisión.Según la investigación, los pilotos estadounidenses no conocían a fondo el avión que estaban pilotando ni las normas de vuelo vigentes en Brasil, que se ajustan a las de la Organización Internacional de Aviación Civil (ICAO, por sus siglas en inglés).Los pilotos, señala la FAB, se rigieron por los procedimientos de la Agencia Federal de Aviación, vigente en Estados Unidos, que difiere levemente con las normas de la ICAO al establecer el momento preciso y las circunstancias en que los pilotos deben resolver mantener o no la hoja de ruta original.Sin embargo, la Aeronáutica señala que el error de los pilotos norteamericanos fue el punto central de una larga serie de errores de los cuales también son responsables los controladores de vuelo que trabajaban aquel 29 de septiembre de 2006.Basándose en los datos arrojados por las cajas negras de ambas aeronaves, el informe muestra que el controlador encargado de vigilar al Legacy en su punto de partida, Sao José dos Campos, les dijo a los pilotos que debían continuar volando hasta Manaos a 37.000 pies de altitud, sin especificar que cuando sobrevolaran Brasilia debían bajar a 36.000 pies, y volver a subir más adelante.Sin la instrucción correcta, y pese a que la hoja de ruta especificaba el cambio de altitud, los pilotos continuaron viajando a 37.000 pies y con el transponder apagado, lo que provocó la fatal colisión de frente y en pleno vuelo con el Boeing, que viajaba en sentido contrario.Por su parte, los controladores de vuelo de Brasilia y Manaos tampoco se dieron cuenta de que el Legacy pasó por sus respectivas áreas de cobertura a una altitud equivocada y con el transponder desconectado.La investigación llevada adelante por las FAB no busca castigar a los implicados, sino que tiene como objetivo establecer los factores y las causas que contribuyeron para que se produjera la tragedia y, así, evitar que ocurran nuevos accidentes bajo circunstancias similares.El accidente de 2006 fue en su momento la peor tragedia de la historia de la aviación civil brasileña, pero fue superado en julio de 2007, cuando un avión de TAM se estrelló contra un edificio al aterrizar en el aeropuerto de Sao Paulo, causando la muerte a 199 personas.
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