Advierten que muchas podrían quebrarApenas recuperadas del traumatismo posterior al 11 de septiembre de 2001, las compañías aéreas europeas han entrado nuevamente en una zona de turbulencias económicas. Esta vez, debido al alza continua de los precios del petróleo, cuyo valor se multiplicó en 15 meses. Muchas de ellas, en especial las empresas de mediana envergadura y bajo costo, podrían simplemente quebrar si el precio del carburante no baja rápidamente. "Las compañías aéreas enfrentan la crisis más grave desde 2001. En esas condiciones es lógico que haya quiebras", admitió Andy Clark, director de política del transporte aéreo de la Asociación Europea de Compañías Regionales. Desde comienzos de año, 24 compañías aéreas cesaron sus actividades y cerca de la mitad estaban basadas en Europa, según la Asociación Internacional de Transportes Aéreos (IATA). La organización basada en Montreal no se hace ilusiones: sus 240 miembros, que representan el 94% del tráfico mundial, tendrán en 2008 un déficit acumulado de 2300 millones de dólares. Con el barril de bruto a 135 dólares, las pérdidas del sector podrían superar los 6000 millones de dólares. Y, si bien los pesos pesados saldrán del paso, el golpe será también duro para ellos. Ese será el caso, por ejemplo, de Air France-KLM, cuyo resultado de explotación para 2008 se reducirá en un 30%. Frente al shock petrolero, los actores más poderosos estudian numerosas formas de reaccionar. Oneworld (América Airways, British Airways, Iberia, Quantas y Japan Airlines), una de las tres redes de envergadura planetaria con Sky Team y Star Alliance, declaró esta semana que estudia la posibilidad de agrupar la compra de carburante de sus miembros. Otra posibilidad es optimizar la cobertura petrolera. Los transportistas anticipan las fluctuaciones del bruto comprándolo por adelantado a un precio convenido. Sin embargo, los especialistas son escépticos. "Cubrirse no es una solución. No permite escapar al impacto del alza de los precios. Sólo permite diferir los efectos", opina el analista Douglas O Neill. En todo caso, las empresas de bajo costo o de talla reducida serán las principales víctimas. "Ciertas compañías de bajo costo simplemente no podrán operar con eficacia y dejarán de ser competitivas", sentencia Mark Fennesy, jurista de la firma londinense Orrick. Para otros analistas del sector, la única salida es cortar por lo sano: "Para sobrevivir, algunas empresas deberán reducir de manera significativa sus actividades deficitarias y concentrarse en las más rentables", advierte el analista Andrew Fitchie. Michael O Leary, director general de Ryanair, una de las principales compañías de bajo costo europeas, afirma que, si el barril se mantiene a 130 dólares, los beneficios de 500 millones que tendrá el grupo en 2008 se evaporarán antes de marzo de 2009. O Leary, que reconoce no tener cobertura alguna de carburante, se declara dispuesto a reducir la frecuencia de líneas, en vez de cerrarlas lisa y llanamente. Esa medida no es, sin embargo, exclusiva de las pequeñas empresas: la semana pasada, British Airways anunció una decisión similar, sin dar más precisiones.
Fuente: www.lanacion.com.ar
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