Ingenieros Aeroespaciales de la Universidad de Bristol están desarrollando el concepto para crear una aeronave que se pueda reparar a sí misma. El sistema consiste básicamente en llenar las partes dañadas en una aeronave compuesta por materiales compuestos con una resina epóxica altamente resistente, la cual ocupará cualquier hueco o grieta que se forme en la aeronave cuando esta se encuentre en pleno vuelo de tal manera que forme un parche. La resina permite al material compuesto recuperar hasta un 90% de su resistencia, más que suficiente para asegurar un viaje seguro hasta el aeródromo donde pueda ser debidamente reparado. Según afirman los especialistas, la tecnología podría estar disponible en unos cuatro años.
El proceso guarda mucha semejanza con el sistema de curación del ser humano, en el cual una herida dispara una respuesta automática del organismo para reparar el daño. Al igual que la sangre, la resina incluso está coloreada (de color azul) para permitir a los mecánicos encontrar las áreas que se autorepararon una vez el avión este en tierra. Con el tiempo los investigadores esperan que la tecnología se asemeje aún más al cuerpo humano, permitiendo que el agente reparador se mueva libremente a través de una red vascular integrada, construida dentro del cuerpo del avión, similar al sistema circulatorio que tenemos los humanos.
Esta tecnología puede ser aplicada en cualquier avión que incorpore fibra reforzada con compuestos de polímetros tales como el 787 Dreamliner o el Bombardier Learjet. Estos materiales compuestos son bastante más ligeros que el aluminio, por lo que al ser incorporados en las estructuras de los aviones incrementan la eficiencia en el consumo de combustible y reduce las emisiones de dióxido de carbono. Los investigadores de la Universidade de Bristol creen que la seguridad adicional provista por el sistema epóxico acelerará la adopción de los materiales compuestos por parte de la industria aeroespacial. El material epóxico podría ser usado en otras estructuras que usen materiales compuestos, tales como carros, vehículos espaciales y turbinas de viento.
Este concepto puede aplicarse para reparar problemas a pequeña escala los cuales en muchas ocasiones pueden pasar indetectados y convertirse con el tiempo en fallas mayores en la integridad estructural del aparato. Se espera que sea un complemento para la inspección y mantenimiento convencional de rutina los cuales son útiles en manejar daños a mayor escala, como los causados por el choque de un ave por ejemplo.
Mientras la resina epóxica brinda una solución realmente revolucionaria para reparaciones a pequeña escala, un concepto totalmente diferente está siendo estudiado por los diseñadores de Aurora Flight Sciences para facilitar las reparaciones de una aeronave a gran escala lo que ayudaría a que esta se mantuviera en vuelo más tiempo. El Odysseus es un avión modular que obtiene su energía del sol. Puede cambiar su forma en pleno vuelo y además tiene la capacidad de reemplazar uno de sus tres segmentos en caso de que ocurra un daño.
El proceso guarda mucha semejanza con el sistema de curación del ser humano, en el cual una herida dispara una respuesta automática del organismo para reparar el daño. Al igual que la sangre, la resina incluso está coloreada (de color azul) para permitir a los mecánicos encontrar las áreas que se autorepararon una vez el avión este en tierra. Con el tiempo los investigadores esperan que la tecnología se asemeje aún más al cuerpo humano, permitiendo que el agente reparador se mueva libremente a través de una red vascular integrada, construida dentro del cuerpo del avión, similar al sistema circulatorio que tenemos los humanos.
Esta tecnología puede ser aplicada en cualquier avión que incorpore fibra reforzada con compuestos de polímetros tales como el 787 Dreamliner o el Bombardier Learjet. Estos materiales compuestos son bastante más ligeros que el aluminio, por lo que al ser incorporados en las estructuras de los aviones incrementan la eficiencia en el consumo de combustible y reduce las emisiones de dióxido de carbono. Los investigadores de la Universidade de Bristol creen que la seguridad adicional provista por el sistema epóxico acelerará la adopción de los materiales compuestos por parte de la industria aeroespacial. El material epóxico podría ser usado en otras estructuras que usen materiales compuestos, tales como carros, vehículos espaciales y turbinas de viento.
Este concepto puede aplicarse para reparar problemas a pequeña escala los cuales en muchas ocasiones pueden pasar indetectados y convertirse con el tiempo en fallas mayores en la integridad estructural del aparato. Se espera que sea un complemento para la inspección y mantenimiento convencional de rutina los cuales son útiles en manejar daños a mayor escala, como los causados por el choque de un ave por ejemplo.
Mientras la resina epóxica brinda una solución realmente revolucionaria para reparaciones a pequeña escala, un concepto totalmente diferente está siendo estudiado por los diseñadores de Aurora Flight Sciences para facilitar las reparaciones de una aeronave a gran escala lo que ayudaría a que esta se mantuviera en vuelo más tiempo. El Odysseus es un avión modular que obtiene su energía del sol. Puede cambiar su forma en pleno vuelo y además tiene la capacidad de reemplazar uno de sus tres segmentos en caso de que ocurra un daño.
2 comentarios:
We should have a great day today.
Son increibles los avances tecnologicos y esto le da una tranquilidad extra a todos los pasajeros. La verdad muy bueno, me gustaría saber la proxima novedad tecnologica en materia aérea.
SALUDOS!!!
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