El Gobierno avanzó otro casillero en el proceso de "argentinización" de la empresa Aerolíneas Argentinas (AA). Mediante la suscripción de un acuerdo marco con el grupo Marsans, la administración kirchnerista abrió ayer las puertas para un nuevo reparto accionario que permitirá el ingreso de inversores privados locales y una mayor participación del Estado y los trabajadores en la conducción de aerolínea de bandera.
En medio de la crítica situación operativa que enfrenta la compañía; el secretario de Transporte, Ricardo Jaime y Gonzalo Pascual -titular de Air Comet-Interinvest, del grupo Marsans, sociedad dueña del 95% de Aerolíneas- acordaron una nueva distribución accionaria que quedará definida así:El sector privado -por medio de una nueva sociedad que integrarán Air Comet-Interinvest y un grupo local formado por varias empresas- pasará a tener el 70% del capital accionario.El Estado argentino, que actualmente tiene el 5%, incrementará su participación directa hasta un mínimo del 20%.Los empleados, que con los últimos aumentos de capital habían perdido la participación originaria del PPP, volverán a ser los dueños de hasta un máximo del 10% del paquete accionario.Respecto a la empresa Austral -que hoy está en manos de Marsans-, el convenio establece que "previo a la transacción acordada para AA, los nuevos accionistas y el Estado se comprometen a comprar el 100% a su actual propietario en base al precio que determinen las consultoras Price Waterhouse-Coopers, Deloitte y Morgan Stanley".Con el convenio firmado ayer, los funcionarios y los accionistas españoles buscan descomprimir la tensa relación que mantienen desde hace varios meses por el futuro de Aerolíneas. Además de encarrilar las negociaciones, el acuerdo le permitirá a la presidenta Cristina Kirchner llegar a la reunión bilateral que mantendrá en Perú con el jefe de Estado español, José Luis Rodríguez Zapatero con un tema conflictivo menos para resolver.Tras haberse delineado la nueva configuración accionaria de AA, ahora se viene una instancia determinante de 60 días para definir los siguientes puntos clave:El porcentaje accionario definitivo que tendrán los nuevos socios locales. La intención de Juan Carlos López Mena -el dueño de Buquebus que ya está negociando su ingreso a AA- es quedarse con la mayoría privada. Pero, hasta ahora Marsans se resiste a ceder ese control.La valuación la compañía que se tomará como base para calcular las cifras que deberán pagar los nuevos accionistas.Los instrumentos que utilizará el Gobierno para incrementar su participación, teniendo en cuenta las crecientes deudas fiscales y previsionales que viene registrando AA bajo la conducción del grupo Marsans.
Fuente: www.clarin.com
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