Por DAVID KESMODEL
RENTON, Washington—Cuando Boeing Co. se propuso aumentar la producción de su
avión 737 para cumplir con la creciente demanda de las aerolíneas, acudió a
trabajadores como Jay Dohrmann para hacer más eficiente el trabajo.
Dohrmann, un ingeniero de 46 años en la planta de Boeing de Renton, es parte
de un amplio esfuerzo que la empresa ha puesto en marcha para instar a sus
empleados a encontrar formas de fabricar sus aviones de forma más eficiente y
así evitar expandir sus fábricas y costos. Estos equipos de innovación se están
multiplicando a medida que Boeing busca aumentar la producción del 737 en hasta
71%..
Los trabajadores tratan de mirar todas las posibilidades. A Dohrmann, por
ejemplo, se lo ocurrió la idea de las lonas que cubren las cuatro llantas
principales de aterrizaje a medida que los aviones de un solo pasillo avanzan
por la línea de ensamblaje. Las cubiertas resolvieron un problema irritante:
sujetadores de metales sueltos en el piso de la fábrica a veces perforaban las
llantas.
La solución le ahorra a Boeing unos US$10.000 por cada llanta que no debe ser
remplazada —alrededor de US$250.000 al año en la planta de Renton según
registros históricos— así como los costos laborales relacionados con
cambiarlas.
La idea, implementada desde hace casi un año, se le ocurrió a Dohrmann cuando
miraba una carrera de motos y se dio cuenta de que el equipo de asistencia
utilizaba cobertores especiales para calentar las llantas y aumentar su adhesión
a la pista.
A fines de los años 90, Boeing comenzó a poner énfasis en las ideas
propuestas por los empleados en Renton. Allí, la planta del 737 había comenzado
a adoptar técnicas de manufactura "magras", que fueron desarrolladas por la
industria automotriz japonesa y adoptadas por las automotrices estadounidenses
en los años 80. Muchas empresas, incluidos los gigantes de comida rápida, ahora
usan métodos magros.
El año pasado, otro equipo encontró una forma de reacomodar su espacio de
trabajo para preparar cuatro motores a la vez en lugar de tres, antes de
instalarlos en las alas del 737. Un año antes, trabajadores del área de pintura
reorganizaron sus rutinas laborales y redujeron en entre 10 y 15 minutos cada
tarea por empleado. Un ejemplo famoso que ayudó a perpetuar el enfoque involucra
cargadores de heno, que se suelen usar para tirar fardos de heno en camiones
agrícolas. Hace años, empleados de Boeing sugirieron usarlos para cargar
asientos a los aviones, una práctica que usa en la actualidad.
La práctica se expande
Ahora, directivos de Boeing están formando más de estos equipos con la meta
de conseguir grandes aumentos de la producción, sin elevar los costos.
Actualmente hay más de 1.300 equipos en todos sus programas de aviones
comerciales.
Los trabajadores aquí recientemente impulsaron la producción de aviones 737
de 31,5 unidades al mes a 35 unidades mensuales. La meta de Boeing para 2014 es
producir 42 aviones al mes. Ejecutivos afirman que estudian formas de
eventualmente alcanzar los 60 aviones mensuales a la vez que planean una versión
rediseñada del avión llamado 737 Max, un jet que Boeing prevé comenzar a
entregar en 2017. La empresa intenta aliviar la acumulación de pedidos de unas
3.700 aeronaves, incluidas unas 2.300 de su modelo 737, el más vendido.
Boeing también está intensificando el escrutinio de su cadena de suministro
con la contratación de miles de empleados y mayor capacitación sobre mecánicos
de aviones nuevos como parte de un renovado intento por minimizar los cuellos de
botellas durante la producción.
Los equipos de empleados de Boeing están compuestos por trabajadores con
diferentes especialidades —desde mecánicos hasta ingenieros— y suelen
concentrarse en una parte específica del avión, como las cocinas. Los equipos se
reúnen una vez por semana y suelen tener entre siete y 10 miembros.
"¿Cómo producir más aviones sin expandir el espacio?" es la pregunta en la
que se concentran una y otra vez los gerentes de Boeing en Renton, afirmó Eric
Lindblad, vicepresidente de operaciones de fabricación del 737. "El espacio es
el factor que los obliga a ser creativos".
No todos los proyectos que se originan entre los empleados de Boeing salen
bien. Algunos tienen problemas para despegar o llevan más tiempo del que
imaginan los equipos.
Los proyectos de algunos empleados tardan años en dar frutos. Por ejemplo, un
grupo tardó casi cinco años en un nuevo proceso para ensamblar los tubos
hidráulicos que van en las ruedas de aterrizaje del 737.
Actualmente, Boeing tarda unos 11 días para terminar el ensamblaje final de
aviones en la planta de Renton. Es menos que los 22 días que tardaba hace una
década, pero durante años la empresa ha establecido metas para reducir el tiempo
aún más. Lindblad afirmó que el objetivo a corto plazo de la compañía es reducir
esa cifra a nueve días.
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