Aena ordena su clausura hasta las 8.00 de la mañana - Fuerteventura, La Palma, Jerez y Granada operan con normalidad
Los cerca de 20.000 aficionados del Atlético de Madrid que van camino de Hamburgo pueden respirar tranquilos: las previsiones de la agencia meteorológica británica (MetOffice) para las ocho de la mañana muestran un cielo razonablemente libre de ceniza volcánica en la ruta aérea hacia el norte de Alemania. Y el resto de viajeros también puede ser optimista, puesto que prácticamente toda la península Ibérica aparece ya libre de la nube, a excepción del sureste. Después de un baile constante de cierres y reaperturas, el día de ayer terminó con cuatro aeropuertos clausurados: Fuerteventura, La Palma, Jerez y Granada, que han abierto de nuevo a las 2.00 de esta madrugada, hora en la que ha cerrado el de Valencia, que reabrirá a las 8.00.
Nada que ver con los problemas que ayer causó al tráfico aéreo el volcán Eyjafjalla, que obligó a cancelar más de una de cada cinco operaciones de los aeropuertos españoles: 1.138 vuelos habían sido anulados a las siete de la tarde del total de 5.174 previstos, según informó AENA.
A las ocho de la tarde, AENA decidió levantar las restricciones en el espacio aéreo entre 6.000 y 10.600 metros, lo que permitió que las aerolíneas pudieran retomar sus rutas habituales. Durante casi 30 horas, algunos sectores de los centros de control de Sevilla, Madrid y Barcelona tuvieron que reducir su capacidad un 25%, lo que provocó retrasos y cancelaciones porque el espacio disponible era menor: todos los vuelos tenían que mantenerse en niveles bajos, por debajo de los 6.000 metros. Barajas estuvo muchas horas operando con una capacidad inferior a la habitual: 38 aterrizajes por hora en lugar de los 46 habituales. El aeropuerto madrileño canceló ayer -hasta las siete de la tarde- 246 vuelos de los 1.286 programados.
Málaga -cuarto aeropuerto en número de pasajeros- y Granada-Jaén cerraron a las 17.30, aunque el primero reabrió a las 21.00. Sevilla no operó entre las seis de la madrugada y las siete de la tarde. Durante media mañana, también los dos de Tenerife, el de La Gomera y el Hierro estuvieron cerrados. La nube del volcán islandés afectó a otros países: Marruecos cerró 11 aeropuertos (entre ellos, Casablanca, el de mayor tráfico) durante buena parte del día. Los franceses cancelaron un centenar de vuelos; Portugal cerró Faro, Azores y Madeira.
El director de operaciones de AENA, Andrés Torrecilla, explicó que, aunque las previsiones de la evolución de la nube de ceniza se revisan cada seis horas para las siguientes 18, la empresa pública que gestiona los aeropuertos y el espacio aéreo trata de que los cierres se produzcan sólo dos o tres horas antes de la llegada del polvo volcánico. "Hasta que no confirmamos que una zona está afectada no la cerramos porque estaríamos cambiando constantemente de criterio y no ayudaríamos a las aerolíneas, más bien al contrario", aseguró. Torrecilla añadió que la gestión de los centros de control de tráfico aéreo está siendo muy complicada, entre otras cosas por la enorme necesidad de coordinación entre unos y otros, ya que las franjas de exclusión no coinciden con los sectores en los que se divide normalmente el espacio aéreo.
Más información en los teléfonos 902 404 704 o (+34) 91 321 10 00 de Aena.
Los cerca de 20.000 aficionados del Atlético de Madrid que van camino de Hamburgo pueden respirar tranquilos: las previsiones de la agencia meteorológica británica (MetOffice) para las ocho de la mañana muestran un cielo razonablemente libre de ceniza volcánica en la ruta aérea hacia el norte de Alemania. Y el resto de viajeros también puede ser optimista, puesto que prácticamente toda la península Ibérica aparece ya libre de la nube, a excepción del sureste. Después de un baile constante de cierres y reaperturas, el día de ayer terminó con cuatro aeropuertos clausurados: Fuerteventura, La Palma, Jerez y Granada, que han abierto de nuevo a las 2.00 de esta madrugada, hora en la que ha cerrado el de Valencia, que reabrirá a las 8.00.
Nada que ver con los problemas que ayer causó al tráfico aéreo el volcán Eyjafjalla, que obligó a cancelar más de una de cada cinco operaciones de los aeropuertos españoles: 1.138 vuelos habían sido anulados a las siete de la tarde del total de 5.174 previstos, según informó AENA.
A las ocho de la tarde, AENA decidió levantar las restricciones en el espacio aéreo entre 6.000 y 10.600 metros, lo que permitió que las aerolíneas pudieran retomar sus rutas habituales. Durante casi 30 horas, algunos sectores de los centros de control de Sevilla, Madrid y Barcelona tuvieron que reducir su capacidad un 25%, lo que provocó retrasos y cancelaciones porque el espacio disponible era menor: todos los vuelos tenían que mantenerse en niveles bajos, por debajo de los 6.000 metros. Barajas estuvo muchas horas operando con una capacidad inferior a la habitual: 38 aterrizajes por hora en lugar de los 46 habituales. El aeropuerto madrileño canceló ayer -hasta las siete de la tarde- 246 vuelos de los 1.286 programados.
Málaga -cuarto aeropuerto en número de pasajeros- y Granada-Jaén cerraron a las 17.30, aunque el primero reabrió a las 21.00. Sevilla no operó entre las seis de la madrugada y las siete de la tarde. Durante media mañana, también los dos de Tenerife, el de La Gomera y el Hierro estuvieron cerrados. La nube del volcán islandés afectó a otros países: Marruecos cerró 11 aeropuertos (entre ellos, Casablanca, el de mayor tráfico) durante buena parte del día. Los franceses cancelaron un centenar de vuelos; Portugal cerró Faro, Azores y Madeira.
El director de operaciones de AENA, Andrés Torrecilla, explicó que, aunque las previsiones de la evolución de la nube de ceniza se revisan cada seis horas para las siguientes 18, la empresa pública que gestiona los aeropuertos y el espacio aéreo trata de que los cierres se produzcan sólo dos o tres horas antes de la llegada del polvo volcánico. "Hasta que no confirmamos que una zona está afectada no la cerramos porque estaríamos cambiando constantemente de criterio y no ayudaríamos a las aerolíneas, más bien al contrario", aseguró. Torrecilla añadió que la gestión de los centros de control de tráfico aéreo está siendo muy complicada, entre otras cosas por la enorme necesidad de coordinación entre unos y otros, ya que las franjas de exclusión no coinciden con los sectores en los que se divide normalmente el espacio aéreo.
Más información en los teléfonos 902 404 704 o (+34) 91 321 10 00 de Aena.
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