RIO DE JANEIRO (AFP) — La Fuerza Aérea Brasileña encontró este martes restos de un avión en el Atlántico, que podrían ser del Airbus de Air France desaparecido el lunes con 228 personas a bordo, en un accidente cuyas causas siguen sin conocerse.
Fueron encontrados "vestigios y pequeños destrozos de aeronave en el océano", a 650 kilómetros al noreste de la isla brasileña de Fernando de Noronha, anunció el coronel Jorge Amaral, portavoz de la Aeronáutica de Brasil.
El portavoz explicó que no podrá confirmarse que se trata del avión de Air France hasta no tener al menos "una pieza que tenga un número de serie, alguna identificación".
Entre los materiales encontrados "figura un asiento de avión", dijo, y además "pequeños pedazos blancos, una boya naranja, un recipiente", además de vestigios de combustible.
Consultado sobre si habían detectado señales de sobrevivientes, el coronel dijo que no.
Los 216 pasajeros del vuelo AF477 Rio-París pertenecían a 32 nacionalidades, entre ellos 72 franceses, 59 brasileños, 26 alemanes, dos españoles y un argentino. De los 12 tripulantes, 11 eran franceses y uno brasileño, según una nueva lista difundida por Air France.
Diecinueve de los franceses que viajaban en el AF447 se habían ganado el viaje a Brasil en su empresa de equipos eléctricos, la francesa CGED.
Varios aparatos brasileños efectuaban, junto con Francia y otros países como Estados Unidos y España, tareas de búsqueda en el Atlántico para intentar encontrar el avión que cubría el trayecto Rio de Janeiro-París, y que desapareció en la madrugada del lunes.
La zona del accidente, situada a unos 1.000 km de las costas de Brasil y unos 2.000 km de las costas senegalesas, fue delimitada gracias a los últimos mensajes técnicos emitidos por el aparato.
El piloto de un vuelo comercial brasileño, de la compañía TAM, declaró haber visto manchas o luces anaranjadas en la superficie del océano, cuando se encontraba en el espacio aéreo senegalés.
La información es "coherente con la última posición conocida del A330", explicó el capitán Christophe Prazuck del estado mayor francés.
Las autoridades francesas y brasileñas admitieron que la posibilidad de encontrar sobrevivientes son prácticamente inexistentes.
En tales circunstancias "no podemos hacer otra cosa más que llorar" y "apoyar a las familias", declaró el presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva.
La compañía Air France, afectada por la peor catástrofe aérea desde el accidente de un Airbus A-300 de American Airlines en Nueva York en 2001 (265 muertos), anunció la celebración de un oficio ecuménico de homenaje a las víctimas el miércoles en París, en la catedral Notre Dame.
"Estados Unidos dará toda la asistencia necesaria para comprender lo que ocurrió", aseguró el presidente estadounidense, Barack Obama, en una entrevista a la cadena de televisión francesa i-TV. "Tenemos el corazón herido por esta noticia, aún cuando no sabemos exactamente qué ocurrió", agregó.
Las causas de la catástrofe, la primera de un Airbus A330 en línea comercial, seguían rodeadas del máximo misterio el martes, a falta de acceso a las cajas negras.
Un responsable de Air France había aludido a la posibilidad de que el avión hubiese recibido un rayo al entrar en una zona meteorológica muy agitada.
El análisis de los datos enviados automáticamente por el Airbus arrojó una "sucesión de una decena de mensajes técnicos" hacia las 04H15 (02H15 GMT), lo que podría significar que "varios equipos" estaban averiados, según Air France.
El ministro francés de Transportes, Jean Louis Borloo, afirmó que la "prioridad absoluta" de las autoridades francesas es "encontrar la cajas negras", y no descartó la "pista terrorista" aunque admitió que "ningún elemento" va en esa dirección.
Fueron encontrados "vestigios y pequeños destrozos de aeronave en el océano", a 650 kilómetros al noreste de la isla brasileña de Fernando de Noronha, anunció el coronel Jorge Amaral, portavoz de la Aeronáutica de Brasil.
El portavoz explicó que no podrá confirmarse que se trata del avión de Air France hasta no tener al menos "una pieza que tenga un número de serie, alguna identificación".
Entre los materiales encontrados "figura un asiento de avión", dijo, y además "pequeños pedazos blancos, una boya naranja, un recipiente", además de vestigios de combustible.
Consultado sobre si habían detectado señales de sobrevivientes, el coronel dijo que no.
Los 216 pasajeros del vuelo AF477 Rio-París pertenecían a 32 nacionalidades, entre ellos 72 franceses, 59 brasileños, 26 alemanes, dos españoles y un argentino. De los 12 tripulantes, 11 eran franceses y uno brasileño, según una nueva lista difundida por Air France.
Diecinueve de los franceses que viajaban en el AF447 se habían ganado el viaje a Brasil en su empresa de equipos eléctricos, la francesa CGED.
Varios aparatos brasileños efectuaban, junto con Francia y otros países como Estados Unidos y España, tareas de búsqueda en el Atlántico para intentar encontrar el avión que cubría el trayecto Rio de Janeiro-París, y que desapareció en la madrugada del lunes.
La zona del accidente, situada a unos 1.000 km de las costas de Brasil y unos 2.000 km de las costas senegalesas, fue delimitada gracias a los últimos mensajes técnicos emitidos por el aparato.
El piloto de un vuelo comercial brasileño, de la compañía TAM, declaró haber visto manchas o luces anaranjadas en la superficie del océano, cuando se encontraba en el espacio aéreo senegalés.
La información es "coherente con la última posición conocida del A330", explicó el capitán Christophe Prazuck del estado mayor francés.
Las autoridades francesas y brasileñas admitieron que la posibilidad de encontrar sobrevivientes son prácticamente inexistentes.
En tales circunstancias "no podemos hacer otra cosa más que llorar" y "apoyar a las familias", declaró el presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva.
La compañía Air France, afectada por la peor catástrofe aérea desde el accidente de un Airbus A-300 de American Airlines en Nueva York en 2001 (265 muertos), anunció la celebración de un oficio ecuménico de homenaje a las víctimas el miércoles en París, en la catedral Notre Dame.
"Estados Unidos dará toda la asistencia necesaria para comprender lo que ocurrió", aseguró el presidente estadounidense, Barack Obama, en una entrevista a la cadena de televisión francesa i-TV. "Tenemos el corazón herido por esta noticia, aún cuando no sabemos exactamente qué ocurrió", agregó.
Las causas de la catástrofe, la primera de un Airbus A330 en línea comercial, seguían rodeadas del máximo misterio el martes, a falta de acceso a las cajas negras.
Un responsable de Air France había aludido a la posibilidad de que el avión hubiese recibido un rayo al entrar en una zona meteorológica muy agitada.
El análisis de los datos enviados automáticamente por el Airbus arrojó una "sucesión de una decena de mensajes técnicos" hacia las 04H15 (02H15 GMT), lo que podría significar que "varios equipos" estaban averiados, según Air France.
El ministro francés de Transportes, Jean Louis Borloo, afirmó que la "prioridad absoluta" de las autoridades francesas es "encontrar la cajas negras", y no descartó la "pista terrorista" aunque admitió que "ningún elemento" va en esa dirección.
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