Por: Annabella Quiroga
El Gobierno ratificó ayer que tras pedir la intervención judicial de Aerolíneas Argentinas, está dispuesto a tomar el control de la compañía "para garantizar el servicio y las fuentes de trabajo". El encargado de plantear esta postura fue el director estatal en la empresa, Julio Alak. Si el Estado tiene que tomar el control de Aerolíneas y Austral para garantizar el servicio público aerocomercial, proteger el patrimonio nacional y mantener la fuente laboral de diez mil trabajadores, seguramente lo hará .La declaración llegó ayer a través de un comunicado de prensa. Así Alak buscó reacomodarse en la pulseada interna que existe en el oficialismo sobre los pasos a seguir con Aerolíneas. El sábado, Clarín publicó detalles de un contrapunto que surgió cuando el director estatal dijo que el Gobierno no tiene ninguna vocación de quedarse con Austral y Aerolíneas . Al mismo tiempo, el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, salió a decir que no descarto ninguna posibilidad.La diferencia de criterios llegaría a niveles más altos de decisión dentro de la estructura oficial. Por caso, suele decirse que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, tiene una posición más dialoguista que la que prima en el Ministerio de Planificación donde revistan Jaime y Julio De Vido.En el comunicado de ayer, Alak señaló que tal como está la situación empresaria, y si el socio mayoritario, el grupo español Marsans, no realiza una urgente capitalización de la misma, no descartamos que el Estado deba asistirla nuevamente . El viernes pasado, el Gobierno giró 50 millones de pesos para pagar sueldos, nafta y el alquiler de los aviones. Y podría hacer un aporte mayor para que la compañía siga operando. Hoy habrá una nueva reunión para definir el futuro de la compañía. La cita es a las 9 en la secretaría de Transporte. Allí se buscará acordar que Marsans haga una cesión voluntaria de las acciones para evitar la reestatización directa. La expectativa del Gobierno es que hoy se avance en la definición de las condiciones para una etapa de transición de la empresa. En concreto, la intención de Jaime es que Marsans deje de lado su pretensión de nombrar al gerente general de esta etapa y que esta persona sea designada por el Gobierno. Si esto ocurre hay altas posibilidades de pactar la transición.Otras dos condiciones están en juego. Por un lado, se pactó la creación de una comisión de gestión, integrada por los dos representan al Estado --Alak y Vilma Castillo, -- y dos de Marsans.Otro punto sobre el que se negocia es que el valor de las acciones de Aerolíneas sea definido más adelante, teniendo en cuenta el monto total de la deuda de la empresa a través de una decisión judicial.
El Gobierno ratificó ayer que tras pedir la intervención judicial de Aerolíneas Argentinas, está dispuesto a tomar el control de la compañía "para garantizar el servicio y las fuentes de trabajo". El encargado de plantear esta postura fue el director estatal en la empresa, Julio Alak. Si el Estado tiene que tomar el control de Aerolíneas y Austral para garantizar el servicio público aerocomercial, proteger el patrimonio nacional y mantener la fuente laboral de diez mil trabajadores, seguramente lo hará .La declaración llegó ayer a través de un comunicado de prensa. Así Alak buscó reacomodarse en la pulseada interna que existe en el oficialismo sobre los pasos a seguir con Aerolíneas. El sábado, Clarín publicó detalles de un contrapunto que surgió cuando el director estatal dijo que el Gobierno no tiene ninguna vocación de quedarse con Austral y Aerolíneas . Al mismo tiempo, el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, salió a decir que no descarto ninguna posibilidad.La diferencia de criterios llegaría a niveles más altos de decisión dentro de la estructura oficial. Por caso, suele decirse que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, tiene una posición más dialoguista que la que prima en el Ministerio de Planificación donde revistan Jaime y Julio De Vido.En el comunicado de ayer, Alak señaló que tal como está la situación empresaria, y si el socio mayoritario, el grupo español Marsans, no realiza una urgente capitalización de la misma, no descartamos que el Estado deba asistirla nuevamente . El viernes pasado, el Gobierno giró 50 millones de pesos para pagar sueldos, nafta y el alquiler de los aviones. Y podría hacer un aporte mayor para que la compañía siga operando. Hoy habrá una nueva reunión para definir el futuro de la compañía. La cita es a las 9 en la secretaría de Transporte. Allí se buscará acordar que Marsans haga una cesión voluntaria de las acciones para evitar la reestatización directa. La expectativa del Gobierno es que hoy se avance en la definición de las condiciones para una etapa de transición de la empresa. En concreto, la intención de Jaime es que Marsans deje de lado su pretensión de nombrar al gerente general de esta etapa y que esta persona sea designada por el Gobierno. Si esto ocurre hay altas posibilidades de pactar la transición.Otras dos condiciones están en juego. Por un lado, se pactó la creación de una comisión de gestión, integrada por los dos representan al Estado --Alak y Vilma Castillo, -- y dos de Marsans.Otro punto sobre el que se negocia es que el valor de las acciones de Aerolíneas sea definido más adelante, teniendo en cuenta el monto total de la deuda de la empresa a través de una decisión judicial.
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