Este libro está dirigido a quienes les interesa la aviación militar, y especialmente la operación aeronaval en portaaviones.
En este relato, lo más objetivo posible, traté de evitar los juicios de valor, que quedarán para el lector, y mi mayor compromiso fue el de intentar abarcar el disímil nivel de conocimientos específicos en la materia de quienes encaren su lectura.
Pido disculpas a los conocedores del tema por la simplificación de la terminología para su mejor seguimiento por parte de aquellos no habituados a la misma. Es por ello que se unifican términos como altura, altitud y nivel de vuelo, o velocidad indicada, verdadera o absoluta, sólo con el propósito de no complicar lo medular del relato.
También la terminología marinera es aclarada y simplificada para la mejor comprensión del texto, y fue mi hija Guillermina, Licenciada en letras, quien me advirtió cuando yo utilizaba palabras de uso común en la profesión pero no en el lenguaje corriente.
Las experiencias vividas en muchos años de Aviador Naval las transmito en la forma más simple y directa, sin pretender que esta sea una obra literaria -muy lejos de mis posibilidades-, pero sí buscando que se ajusten a los hechos reales.
Quizá las fotos que acompañan digan más que las palabras sobre las diferentes etapas de mi carrera - que comenzó con viejas aeronaves militares a pistón y culminó operando reactores en portaaviones durante conflictos -, y sobre mi apasionamiento por el vuelo en general, que me llevó a tripular aviones de aeroclub, planeadores y hasta un globo aerostático.
Este libro lo dedico a la memoria de mi Segundo Comandante, el Capitán de Corbeta Carlos María Zubizarreta, muerto durante el conflicto Malvinas, y a la del Teniente de Fragata Marcelo Gustavo Márquez, también integrante de mi Escuadrilla y muerto en combate sobre nuestras islas irredentas.
En este relato, lo más objetivo posible, traté de evitar los juicios de valor, que quedarán para el lector, y mi mayor compromiso fue el de intentar abarcar el disímil nivel de conocimientos específicos en la materia de quienes encaren su lectura.
Pido disculpas a los conocedores del tema por la simplificación de la terminología para su mejor seguimiento por parte de aquellos no habituados a la misma. Es por ello que se unifican términos como altura, altitud y nivel de vuelo, o velocidad indicada, verdadera o absoluta, sólo con el propósito de no complicar lo medular del relato.
También la terminología marinera es aclarada y simplificada para la mejor comprensión del texto, y fue mi hija Guillermina, Licenciada en letras, quien me advirtió cuando yo utilizaba palabras de uso común en la profesión pero no en el lenguaje corriente.
Las experiencias vividas en muchos años de Aviador Naval las transmito en la forma más simple y directa, sin pretender que esta sea una obra literaria -muy lejos de mis posibilidades-, pero sí buscando que se ajusten a los hechos reales.
Quizá las fotos que acompañan digan más que las palabras sobre las diferentes etapas de mi carrera - que comenzó con viejas aeronaves militares a pistón y culminó operando reactores en portaaviones durante conflictos -, y sobre mi apasionamiento por el vuelo en general, que me llevó a tripular aviones de aeroclub, planeadores y hasta un globo aerostático.
Este libro lo dedico a la memoria de mi Segundo Comandante, el Capitán de Corbeta Carlos María Zubizarreta, muerto durante el conflicto Malvinas, y a la del Teniente de Fragata Marcelo Gustavo Márquez, también integrante de mi Escuadrilla y muerto en combate sobre nuestras islas irredentas.
FUENTE: BLOG Rodolfo Castro FOX
FOTO: Hugo Franchi.
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