Una columna de humo ya se alza por veinte kilómetros hacia el cielo, lo que ha llevado a las autoridades a imponer una prohibición de vuelos en la zona.
La oficina de Meteorología de Islandia está supervisando de cerca la situación y aseguran que la erupción no debería causar trastornos en el tráfico aéreo.
El año pasado, las nubes de cenizas de otro volcán islandés, Eyjafjallajokul, provocaron el cierre de una gran franja de espacio aéreo en Europa, ocasionando el caos en aeropuertos y diez millones de pasajeros aéreos en todo el mundo.
La oficina de Meteorología de Islandia está supervisando de cerca la situación y aseguran que la erupción no debería causar trastornos en el tráfico aéreo.
El año pasado, las nubes de cenizas de otro volcán islandés, Eyjafjallajokul, provocaron el cierre de una gran franja de espacio aéreo en Europa, ocasionando el caos en aeropuertos y diez millones de pasajeros aéreos en todo el mundo.
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