Los dos gremios aeronáuticos que desafiaron a la conducción de Aerolíneas Argentinas en rechazo a la designación de un nuevo gerente de operaciones cumplieron ayer su sexta jornada de quite de colaboración, que se tradujo en la cancelación de veintiséis vuelos y una cantidad similar de demoras. A pesar de ello, a última hora voceros de Aerolíneas aseguraron que el conflicto fue zanjado y que los vuelos quedarán completamente normalizados desde la madrugada. Desde los gremios, sólo hubo silencio como respuesta.
Tanto Ricardo Cirielli (APTA, técnicos aeronáuticos) y Cristian Erhard (UALA, pilotos de Austral) fueron nuevamente citados ayer por el Secretario de Transportes, Juan Pablo Schiavi, para negociar una salida al conflicto, que acumula ya más de cien vuelos de cabotaje cancelados, además de dos Buenos Aires-Madrid con demoras de 12 horas. "Se estableció un marco de negociación para resolver los conflictos, pero sin medidas de fuerza", dijeron voceros de Aerolíneas. Desde los gremios no confirmaron ni desmintieron a la conducción de la empresa, que encabeza Mariano Recalde.
Por la tarde, Cristina Fernández aludió de manera indirecta al conflicto. En un acto en Ezeiza, dijo: "aspiramos a un compromiso de excelencia en materia de servicios, cuando se pierde el prestigio, es muy difícil volver a recuperarlo". A la salida, Schiavi fue al grano: "Aerolíneas es propiedad de todos los ciudadanos y no de un sector".
La disputa gremial comenzó el jueves, cuando los pilotos de Aerolíneas (APLA) anunciaron la renuncia de 50 de sus afiliados a los cargos de instructores y jefes de línea, en rechazo a la designación de un ejecutivo mexicano. El Gobierno dio marcha atrás y designó para ese cargo a Guillermo Ballesteros, un directivo allegado a APLA que el propio Recalde había cesanteado seis meses antes. Ese viernes a la tarde, en rechazo al supuesto "control" de APLA sobre Aerolíneas, comenzó el quite de colaboración de APTA y UALA.
Hoy se sabrá si las gestiones oficiales lograron una pausa dentro del conflicto.
Tanto Ricardo Cirielli (APTA, técnicos aeronáuticos) y Cristian Erhard (UALA, pilotos de Austral) fueron nuevamente citados ayer por el Secretario de Transportes, Juan Pablo Schiavi, para negociar una salida al conflicto, que acumula ya más de cien vuelos de cabotaje cancelados, además de dos Buenos Aires-Madrid con demoras de 12 horas. "Se estableció un marco de negociación para resolver los conflictos, pero sin medidas de fuerza", dijeron voceros de Aerolíneas. Desde los gremios no confirmaron ni desmintieron a la conducción de la empresa, que encabeza Mariano Recalde.
Por la tarde, Cristina Fernández aludió de manera indirecta al conflicto. En un acto en Ezeiza, dijo: "aspiramos a un compromiso de excelencia en materia de servicios, cuando se pierde el prestigio, es muy difícil volver a recuperarlo". A la salida, Schiavi fue al grano: "Aerolíneas es propiedad de todos los ciudadanos y no de un sector".
La disputa gremial comenzó el jueves, cuando los pilotos de Aerolíneas (APLA) anunciaron la renuncia de 50 de sus afiliados a los cargos de instructores y jefes de línea, en rechazo a la designación de un ejecutivo mexicano. El Gobierno dio marcha atrás y designó para ese cargo a Guillermo Ballesteros, un directivo allegado a APLA que el propio Recalde había cesanteado seis meses antes. Ese viernes a la tarde, en rechazo al supuesto "control" de APLA sobre Aerolíneas, comenzó el quite de colaboración de APTA y UALA.
Hoy se sabrá si las gestiones oficiales lograron una pausa dentro del conflicto.
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