nueva directora para fadea....
CORDOBA.-. La apoderada de la UCR riojana, Cristina
Salzwedel, presidirá el directorio de la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea)
que ocupa a 1700 personas, con una actividad reducida al mínimo pese a los
resonantes anuncios hechos por el kirchnerista cuando fue reestatizada, en
2009. Las nuevas autoridades asumirán mañana al mediodía.
En diálogo con LA NACION, Salzwedel confirmó su designación
en el directorio que completarán Máximo Martínez, Rolando Asís y Aníbal Abdala.
Ingresaba a una reunión con el ministro de Defensa, Julio Martínez. El
funcionario pasará de ser su jefe partidario en La Rioja a su superior en su
nuevo cargo.
Salzwedel calificó de "desafío" la tarea que tiene
por delante. La fábrica estuvo "paralizada por diferentes razones. Una el
cepo a la importaciones y otra la desmotivación para producir". Indicó que
el primer objetivo que le solicitó Martínez, es la "remotorización"
del Pucará.
Gabriel Morcelli, secretario general de Apta, confirmó a LA
NACION que el 21 de diciembre mantuvo una reunión protocolar con Salzwedel:
"La información que le han dado en la empresa es prácticamente nula. Le
planteamos que tiene que haber auditorías serias; admitimos que se necesita una
reestructuración y pretendemos que Fadea vuelva a ser una fábrica. Le
advertimos que hay gente allí que no la dejará hacer".
La referencia del gremialista es a las decenas de empleados
que se sumaron en los últimos años, en su mayoría militantes de La Cámpora.
"No se estaba haciendo nada", reiteró. Martínez, siendo diputado
nacional, presentó varias denuncias sobre presunto "vaciamiento" de
la fábrica.
A mediados de diciembre, después de asumir, el presidente
Mauricio Macri le ofreció ponerse al frente de Fadea al cordobés Ercole
Felippa, presidente de la láctea Manfrey. El empresario estuvo entre los
primeros en apoyar públicamente al PRO e incluso fue su candidato a gobernador
en Córdoba hasta que, finalmente, el macrismo cerró la alianza con el
radicalismo.
La ex Fábrica Militar de Aviones llegó a producir aeronaves,
motos Puma, autos (el Justicialista Sport y el Institec), lanchas y tractores.
En el gobierno de Carlos Menem fue concesionada a la Lockheed Martin, una
multinacional de origen norteamericano que la gestionó durante 15 años.
La ex presidenta Cristina Fernández la estatizó diciendo que
la crisis internacional significaría una oportunidad para iniciar una
sustitución de importaciones en áreas en las que el país tuviera ventajas. La
operación costó $ 110 millones (70 se destinaron a la recompra de acciones y el
resto, a recuperar capacidad). Desde entonces, entre capital de trabajo y
sueldos, el Estado gasta unos US$ 70 millones anuales.
Con la estatización, el Gobierno anunció que se harían 40
aviones IA-63 Pampa III, se repotenciaría el Pucará, avanzaría el proyecto de
avión de la Unasur y se fabricaría un helicóptero sobre la base de un prototipo
chino (CZ 11). Después firmó un acuerdo para la producción de piezas para el
KC-390 de Embraer. Las promesas se fueron renovando pero sin concretarlas.
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