Los controladores comienzan a incorporarse a sus puestos, pero de forma desigual. -Rubalcaba asegura que los trabajadores que no se presenten a sus puestos podrán enfrentarse a penas de cárcel. -Coroneles toman el mando en las torres de los aeropuertos civiles. -15 aviones han despegado ya de Barcelona. Se quedan en tierra más de 330.000 personas en el arranque del puente
La crisis de los controladores aéreos ha llevado al Gobierno a amenazar por primera vez en la historia de la democracia con declarar el estado de alarma. El Gobierno ha convocado un Consejo de Ministros extraordinario a las nueve de la mañana durante el que se aprobará la medida si los controladores no se han incorporado a sus puestos. El estado de alarma representaría que aquellos controladores que no se presenten a sus puestos podrán ser llevados inmediatamente ante el juez y acusados de un delito "que puede acarrear graves penas de prisión", ha explicado el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una comparecencia a las dos de la mañana.
AENA ya había advertido a los controladores a primera hora de la tarde de que "la decisión de paralizar el tráfico aéreo en el país es de una extrema gravedad" y que, "además de constituir una falta muy grave que puede ser sancionada con el despido disciplinario", constituye "un delito según el artículo 409 del Código Penal". Este artículo dice: "Las autoridades o funcionarios públicos que meramente tomaren parte en el abandono colectivo o manifiestamente ilegal de un servicio público esencial y con grave perjuicio de este o de la comunidad serán castigados con la pena de muta de ocho a doce meses". En cambio, quien lo hubiese promovido, dirigido u organizado ese abandono pude ser castigado con "multa de ocho a doce mese y suspensión de empleo o cargo público por el tiempo de seis meses a dos años".
Los controladores empiezan a volver a sus puestos de trabajo y el tráfico aéreo se ha reiniciado tímidamente en algunos aeropuertos españoles, pero su presencia es hasta ahora desigual, y muchos de los que han asistido no están trabajando de forma normal. Trece controladores del aeropuerto barcelonés de El Prat -la mitad de los que componen el turno- se incorporaron hacia las 22.00 horas del viernes. Entre esa hora y la 1.30 de la mañana despegaron y aterrizaron 15 vuelos en El Prat con una media de entre dos y cinco horas de retraso, informa Jesús García. A esa hora se han detenido definitivamente los vuelos, que arrancarán de nuevo hacia las seis de la mañana. Los viajeros que han ido llegando al aeropuerto barcelonés para tomar vuelos a primera hora de la mañana ya han sido informados de que sus aviones sufrirán importantes retrasos. Mientras, el tráfico aéreo ha continuado suspendido en el aeropuerto de Barajas (Madrid) y Mallorca. A primera hora de la madrugada del sábado, y después de que interrumpiera en él la policía, los controladores reunidos en un hotel cerca del aeropuerto madrileño, comenzaron a abandonarlo entre los insultos del resto de huéspedes.
Los controladores también se incorporaron a sus puestos en el centro de Gran Canaria. En cualquier caso, no se reanudarán los vuelos en ninguno de los aeropuertos servidos por ese puesto de control (Tenerife y Gran Canaria) hasta el sábado por la mañana, ya que la mayoría de aerolíneas no tiene aviones, personal necesario, ni tampoco operan vuelos nocturnos. Estos centros se dedican a regular los vuelos que ya están en el espacio aéreo español, muchos de los cuales son extranjeros.
Control militar
El Ejecutivo se vio obligado a la militarización del control aéreo hacia las 23.00 horas del viernes ante el colapso generado por las "bajas masivas" del 70% de los controladores. Para poder tomar esta medida, que está prevista dentro de un decreto aprobado el mediodía del viernes por el Consejo de Ministros, el Ejecutivo publicó la norma de manera extraordinaria en el Boletín Oficial del Estado pasadas las 21.30. Además, el decreto especifica que también se permitirá realizar controles médicos a los controladores "de manera inmediata" para verificar que realmente no están en disposición de realizar sus funciones.
El Gabinete de crisis creado para gestionar la crisis anunció tres medidas de urgencia. En primer lugar, efectivos militares se trasladaron a los cuatro centros de control que existen en España (Sevilla, Madrid, Barcelona y Canarias) para asegurar su buen funcionamiento. En segundo, Defensa reforzó el personal de los nueve aeropuertos de uso mixto militar y civil: Villanubla (Valladolid), San Javier (Murcia), Salamanca, Talavera la Real (Badajoz), León, Zaragoza, Albacete y Cuatro Vientos y Torrejón (Madrid). A ellos se desviarán vuelos civiles.
Como tercera medida de urgencia, coroneles del Ejército del Aire se trasladaron a las torres de control de los aeropuertos civiles para asumir el mando. A sus órdenes han quedado los controladores civiles que acudieron a trabajar. Los coroneles comenzaron por asegurar la coordinación de los 10 aeropuertos que continuaban abiertos el viernes por la noche, y a lo largo de la madrugada se irán incorporando al resto, que son 47, para que por la mañana todos puedan estar operativos. A lo largo de la noche, soldados de la Unidad de Emergencias (UME) patrullaron por Barajas, ocupándose de avituallar con víveres, agua y mantas a los pasajeros.
Acusaciones de desobediencia
El vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba ya explicó en una comparecencia previa, a las 23.00 horase del viernes, que se le exigiría a los controladores que se incorporasen a sus puestos de trabajo. Si desobedecían la orden o entorpecían el buen funcionamiento en las torres de control, la Guardia Civil les abriría un atestado y podrían incurrir en un delito por el que les corresponderían hasta penas de prisión menor (entre seis meses y un día y seis años).
Las medidas se han hecho efectivas después de que el Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, el teniente general José Jiménez Ruiz, se uniera al Gabinete de crisis de Fomento del que también forman parte Rubalcaba y la ministra de Defensa, Carme Chacón junto al consejero togado del cuerpo jurídico militar Poyato Ariza.
Ante el colapso generado, AENA recomendó a los pasajeros que no acudieran a los aeropuertos, que activaron a su vez sus planes de emergencia y dejaron las zonas de servicios como cafeterías y restaurantes abiertas. También les han pedido que soliciten información a sus compañías o través de su página web. También han puesto a disposición de los afectados un número de teléfono: 902404704.
Al menos 330.000 afectados
Al menos 330.000 personas se han quedado sin poder viajar por el cierre de aeropuertos y hay miles de personas colgadas en los aeropuertos, según ha informado el presidente de AENA, Juan Ignacio Lema.
Según informa AENA, el "abandono masivo y la falta de personal decontroladores aéreos" ha obligado a cerrar, primero, el tráfico deaviones en Madrid-Barajas, Baleares y Canarias, los que concentran lamayor parte de operaciones, y luego se ha extendido al resto. De los 5.032 vuelos previstos para el viernes solo operaron 3.346. Los vuelos cancelados en Madrid-Barajas hasta las 00.00 del sábado han sido 467 de los 1.297 previstos, mientras que en El Prat de Barcelona se han suspendido 259 de los 883 vuelos que iban a operarse, informaron a EFE fuentes de AENA. Algunas compañías como Iberia, Spanair, Vueling o Ryanair han cancelado sus vuelos hasta las 11.00 del sábado. Cerca de dos millones de usuarios tenían previsto coger un avión en este puente.
En pie de guerra desde primera hora
Por la mañana, la directora de navegación aérea, Carmen Librero, mandó a los controladores una carta diciéndoles que de las 1.670 horas anuales que tienen que trabajar, todas deben ser de control efectivo. Esto es, que no podían contabilizar dentro de ellas los permisos o bajas, algo que se ha confirmado después en el decreto aprobado por el Consejo de Ministros. Unas horas después de recibir la comunicación, los controladores de Barajas y Baleares han adoptado lo que técnicamente se conoce como regulación rate 0, que solo se puede activar por razones de seguridad en los aeropuertos y equivale a estar "sin operaciones". Esto ha extendido los problemas al resto de la red nacional por su dependencia e interrelación con estos dos centros. Bajo este estado no se permiten despegues de aviones y sólo pueden aterrizar los que estén en aproximación final, ya que el resto debe de ser desviado.
El sindicato de controladores USCA, que ha reconocido que lo sucedido obedece a la aprobación hoy del nuevo modelo de gestión aeroportuaria, venía advirtiendo en las últimas jornadas que, tras un año de conflicto con el Ministerio por sus condiciones de trabajo, los ánimos en el colectivo estaban muy encendidos. También advertían de que cada vez les era más difícil controlar a sus afiliados, a los que hoy ha pedido "calma y serenidad". De hecho, a la misma hora que se confirmaban las bajas daban una rueda de prensa para afirmar que acataban el decreto. Por este motivo, descarta una huelga y asegura que la protesta ha sido "espontánea". Algunos miembros de este sector han mantenido una reunión "paralela" a la del gabinete de crisis con miembros de Fomento.
Lema, que acusa a los controladores de someter a "chantaje a la población española con el fin de mantener unos privilegios que una ley aprobada en el Parlamento modificó", ha denunciado que los controladores "han abandonado masivamente sus puestos de trabajo" apenas dos horas después de iniciarse el turno de tarde, a las 17.00, aludiendo motivos de "incapacidad", en su mayoría con episodios de indisposición y mareos. Para AENA, que califica lo sucedido de "intolerable", se trata de una "comunicación de bajas concertadas y masivas" que se está produciendo en todos las dependencias, pero que ha tenido especial incidencia en Madrid y Baleares. Además, los trabajadores han exigido ser atendidos por médicos militares, lo que haría que el proceso fuese más lento. El presidente del organismo dependiente de Fomento ha explicado que los médicos del CIMA (Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial) se encuentran ahora en los centros de control para realizar reconocimientos para confirmar los motivos de las bajas. El regulador europeo Eurocontrol habla en su página web de "huelga encubierta", tal y como ocurrió el pasado verano.
El viernes era el primer día de la operación salida, tanto en las carreteras como en los aeropuertos, donde se iban a operar un total de 4.928 vuelos. En total se esperaba trasladar a 694.294 pasajeros. La de ayer era la jornada de mayor concentración de tráfico del puente de la Constitución, ya que el miércoles, día de la operación retorno, se preveía un total de 4.524 vuelos para una oferta de 647.757 plazas. El jueves se preveían 4.217 vuelos, para 588.690 asientos. Mañana sábado, día 4, estaban planificados un total de 4.164 operaciones (634.644 pasajeros), frente a las 3.903 operaciones previstas para el domingo para trasladar a 588.048 viajeros. Ante el caos generado, algunas compañías como Ryanair han decidido cancelar 74 vuelos entre el viernes y el sábado.
Madrid-Barajas tenía previsto recibir 1,27 millones de viajeros durante estos siete días, para los que hay programados un total de 7.950 vuelos, siendo el viernes y el jueves 9 de diciembre, los de mayor tráfico, con 1.282 vuelos y 1.212 operaciones, respectivamente.
Los pasos de la intervención militar
1º Ordenar a los controladores que acudan a sus puestos de trabajo. Si no cumplen la orden se enfrentan a graves delitos con penas, incluso penales.
2ª Abrir al tráfico civil la decena de aeropuertos militares que hay en España. En Madrid se habilitarán el de Torrejón y el de Cuatro Vientos.
3ª Desplazar a las torres de control de los aeropuertos civiles a coroneles que asuman el mando.
4ª El jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire seleccionará y decidirá cuáles son los vuelos prioritarios.
FUENTE: DIARIO EL PAIS
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