VOLANDO EN EL LV-BEH.....

Hoy TODALAAVIACION tuvo el placer, el inmenso placer de remontarse en los aires a bordo de uno de los aviones iconos de la aviacion mundial, el famoso DC-3/C-47, en este caso en el LV-BEH, cual otro si no, el unico que vuela en Argentina y se encuentra aqui en Mendoza, terminando con sus pruebas de vuelo.

Nuestro vuelo duro un poco mas de 30 minutos, por los alrrededores del Gran Mendoza, y fue de una belleza espectacular.

Cansados, quemados por el sol, pero satisfechos, mas que satisfechos, por lo menos y esto hablo por mi, de haber volado en un avion que es leyenda, como no, este en particular salio de la fabrica en el año 1943, sirvio en la Segunda Guerra Mundial, vio pasar por sus ojos cosas como Corea, Vietnam, en ninguna estuvo pero tiene la edad para haberlas vivido, ingreso en la era del jet sin preocupaciones, con la sabiduria que dan los años, como las personas, igual, y con esa sabiduria quienes estuvieron a cargo de el en la Fuerza Aerea del Ejercito de los Estados Unidos, en la Fuerza Aerea Argentina, cruzando la Cordillera, en Chile, donde tambien fue volado por los pilotos chilenos y de donde fue despedido con lagrimas en los ojos desde Cerrillos, este avion es la suma de muchas voluntades que trabajaron en el y ayudaron a que ya entrados en el siglo XXI, un siglo que no es de EL, el cual lo ve con admiracion a sus 65 años, siga despertando simpatias y admiracion como pudimos escuchar en las frecuencias del ARG1428, DSM 4244 y Lan 932, sumadas al LV-ARU.Tambien es un sueño cumplido, y si se quiere un viaje en el tiempo, hacia epocas en donde la aviacion era aceite, fluidos, sonidos, olor a caucho quemado, a sentir el viento sobre el aparato y la cabina, a tener que gritar dentro para hacerso oir, a comunicarse por señas, todo aquello que hoy no se puede encontrar en los aviones de linea y privados.Hoy dormire satisfecho, cansado, como no, pero soñando en esa aviacion, en Almandos Almonacid, en Newbery, en Prospero Palazzo, en Antoine de Saint Exupery, en Mermoz, en Balado, y en tantos otros mas que desde aquella aviacion, hicieron posible nuestro presente, hoy dormire con el tronar de los pistones en mis oidos, suena a locura, ya lo se, pero es de la sana, de la que llevamos en la sangre y muchas veces nos asfixia casi, pero nos suelta y nos da un nuevo dia para salir con la camara a retratar mas aviones, nietos y bisnietos de este DC-3.

Gracias como siempre a toda la tripulacion, de algunos se me escapan los nombres, pero siempre estaran Moreno Vera y Arce entre los que estan grabados a fuego en la memoria.

Gustavo Lepez.