Se trata del español Antonio Mata, ahora accionista de la empresa Air Pampas que busca competir en el mercado de cabotaje. La firma reclama permiso para explotar varios destinos. Hace un año, Air Pampas (AP) publicaba avisos en los diarios capitalinos para reclutar personal. Ahora apela a los mismos medios gráficos para "pegarle" al secretario de Transporte Ricardo Jaime por el no otorgamiento de las licencia habilitantes que le permitirían operar 17 rutas principales y secundarias del mercado de cabotaje argentino, entre ellas las que une a Mendoza con 3 destinos. La aerolínea nació de la sociedad entre los empresarios españoles Antonio Mata Ramayo, otrora accionista del grupo Marsans y gerente general de Aerolíneas hasta 2006 y Juan José Hidalgo, vinculado a Air Europa y propietario de agencias de viajes y hoteles en España, México, Cuba, República Dominicana y norte de África. Air Pampas aguarda luz verde para volar desde y hacia Mendoza, Córdoba, Bariloche, Calafate, Ushuaia y Cataratas del Iguazú, entre otros puntos, a partir de una inversión total que, según sus impulsores, rondaría los U$S 75 millones. En el caso de Mendoza, el plan contempla arrancar con dos a tres frecuencias diarias para unir el Aeropuerto Francisco Gabrielli con las terminales de Córdoba, Aeroparque y Neuquén- Comodoro, en el tramo de las llamadas rutas petroleras."Mendoza es una de las que más nos interesan, porque tiene la ventaja de contar con tres tipos de público: el local, el corporativo y el turístico. En ese sentido queremos competir con Aerolíneas", señaló el presidente de AP, Carlos Mateu.¿Cuál es negocio en un mercado con tarifas reguladas y con una cotización volátil del crudo? "A un valor de entre 120 a 130 dólares es rentable. Manteniendo una monoflota, que traslade hasta 75 personas por vuelo, y si la banda tarifaria se libera, lo será mucho más", completó. Si bien la firma ya publicita una flota comprometida de 10 aviones, su directiva admite que empezará con tres unidades MD-83, de 140 plazas cada uno, para llegar a siete aeronaves luego del primer año; sumar seis más en dos años y otros nueve al final del tercero.Las acusaciones contra Jaime recrudecieron tras la decisión de reestatizar Aerolíneas Argentinas- Austral, lo que explicaría la reticencia oficial a habilitar permisos para conexiones troncales. Hasta ahora, el Gobierno argumentó la existencia de una cláusula en el contrato que vinculaba a Mata con Aerolíneas, obligándolo a no competir por el lapso de 2 años y, en caso de hacerlo, pagar $ 60 millones, condición habría vencido en julio. Según Mateu, "el trámite está stand-by porque Jaime está más abocado a Aerolíneas por una cuestión de interés personal".En virtud de los plazos legales (20 días para llamar a audiencia pública, condición para la firma), AP presentó un recurso de amparo por mora ante la Justicia, que intimó al Ejecutivo a proceder. Para su titular, con la firma habilitante "en tres meses estaríamos volando".Sin embargo, quienes conocen el pasado de Aerolíneas sacan a relucir una controversia que data del gobierno de Néstor Kirchner, cuando, dicen, Mata renunció forzado por una movida del propio K con apoyo de los sindicatos.
Fuente: www.losandes.com.ar
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