jueves, octubre 04, 2012

Un Airbus de Iberia arroja 100.000 litros de combustible sobre Madrid por una emergencia


Un Airbus de Iberia arrojó el pasado lunes más de 100.000 litros de combustible sobre Madrid antes de aterrizar de urgencia en el aeropuerto de Barajas. El aparato, que había despegado casi dos horas antes rumbo a Quito (Ecuador), tuvo que regresar a Barajas después de que uno de sus motores succionase un aveen plena maniobra de ascenso, según confirmaron ayer a El Confidencial fuentes de AENA y de la propia compañía.

El avión, que había despegado con 285 pasajeros a bordo y 140.000 litros de keroseno almacenados en sus tanques, descargó más de 100.000 litros de combustiblesobre una zona deshabitada y previamente acotada próxima a Barajas antes de aterrizar, según aseguró un portavoz de Iberia. El Airbus, del modelo A340-300, se deshizo del combustible porque, de haber tomado tierra con sus depósitos llenos, "la estructura del aparato podría haber sufrido graves daños", añadió el mismo portavoz.

"Los vuelos de largo radio, como este que se dirigía a Quito, despegan a tope de combustible para poder llegar a su destino sin repostar", explicó el portavoz de Iberia. "Si se produce un incidente y el avión tiene que regresar a su punto de origen, el piloto debe liberar primero una parte de su carga de combustible. Las aeronaves están configuradas para despegar y aterrizar con un peso determinado, que en ningún caso se puede sobrepasar", añadió la misma fuente.

El origen del incidente fue la ingesta de un ave por uno de los motores del Airbus a los pocos segundos del despegue, cuando el aparato aún estaba ascendiendo para alcanzar su altitud de crucero. El ave provocó daños en el motor, pero la tripulación dudó inicialmente si proseguir el vuelo o solicitar permiso a la torre de control de Barajas para regresar a tierra. Pese a que el Airbus A340-300 dispone de cuatro motores, el piloto, finalmente, decidió poner rumbo a Madrid.

"Riesgo controlado"

La maniobra de aterrizaje, sin embargo, se demoró durante casi dos horas. Ese fue el tiempo empleado para descargar sobre Madrid los más de 100.000 litros de combustible sobrantes para garantizar una toma de tierra con "un riesgo controlado", según las fuentes de Iberia consultadas. Los responsables de Barajas activaron la alerta local y movilizaron a bomberos y personal sanitario del aeropuerto, aunque no tuvieron que intervenir. Finalmente, el Airbus aterrizó sin más contratiempos y sus 285 pasajeros fueron embarcados en un aparato similar, que llegó a Quito cinco horas después del horario previsto.

Un portavoz de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) señaló que el Airbus de Iberia descargó el combustible cumpliendo estrictamente con los protocolos de seguridad diseñados para este tipo de emergencias: sin que haya ninguna otra aeronave a menos de 1.000 pies (305 metros) por encima o 2.000 pies (610 metros) por debajo, de forma que el keroseno liberado no afecte al tráfico aéreo bañando a otros aviones. A esa altitud, el combustible se volatiliza antes de llegar a tierra, aseguró el mismo portavoz.

El pasado 13 de mayo, otro Airbus de Iberia que hacía la ruta Madrid-San Juan de Puerto Rico con 151 pasajeros a bordo tuvo que regresar a Barajas tras colisionar en pleno vuelo con un buitre leonado de 2,5 metros de envergadura. La enorme avequedó prácticamente desintegrada, y el fuselaje del avión sufrió grandes destrozos en el morro. El choque también afectó a los sistemas de navegación y radar del aparato. 

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