El 24 de octubre de 1871, siendo Presidente de la Nación D. Domingo Faustino Sarmiento, se inauguró en la ciudad de Córdoba, el primer Observatorio Astronómico de la Argentina y de América del Sur. Su primer Director fue el astrónomo estadounidense Dr. Benjamin Arthorp Gould, quien en 1870 se había radicado en nuestro país en respuesta a una invitación especial que le formulara el propio Sarmiento.
En distintos informes que desde su cargo de Director del Observatorio, el Dr. Gould elevara al Ministro de Instrucción pública durante la Presidencia de Sarmiento, formuló entre otras, las siguientes sugerencias específicamente relacionadas con la Meteorología:
“Las investigaciones de un Observatorio Astronómico hacen necesarios el termómetro y el barómetro para determinar la influencia de la refracción atmosférica, que afecta la posición aparente de las estrellas…”
En otro párrafo señalaba: “un sistema de observaciones meteorológicas, ejecutadas bajo un plan uniforme en distintos lugares de la República, sería de la mayor importancia no sólo en el orden científico, sino también en el económico”.
El 18 de agosto de 1872, el Presidente Sarmiento, remitió al Honorable Congreso de la Nación, un proyecto de Ley tendiente a establecer en el país una Oficina Meteorológica. El 4 de octubre de ese mismo año, el Congreso sancionó la Ley N° 559 por la cual quedó establecida con el carácter de Institución Oficial, la Oficina Meteorológica Argentina (OMA) predecesora actual del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Las tareas propias de la nueva Oficina se iniciaron bajo la dirección del Dr. Gould en dependencias del Observatorio Astronómico Nacional, y se prolongaron en ese sitio hasta el 18 de mayo de 1885, fecha en que pasó a ocupar su propia sede especialmente edificada en el mismo predio del Observatorio. En 1901 la Oficina fue trasladada a la ciudad de Buenos Aires con el propósito principal de publicar diariamente la “Carta del Tiempo”.
En la actualidad, el SMN desarrolla una vasta gama de actividades que comprenden desde el mantenimiento de una amplia red de estaciones sinópticas, climatológicas y pluviométricas, de radiosondeos en altitud y radares meteorológicos, hasta la previsión de la evolución del tiempo, la difusión de avisos sobre fenómenos meteorológicos severos, la investigación meteorológica en general, y también la que se relaciona con problemas de alcance mundial tales como el cambio climático, el calentamiento global, el agotamiento de la capa de ozono atmosférico y la contaminación de la atmósfera.
Se estima oportuno destacar que además del amplio caudal de información que provee su vasta red observacional, y la de los países vecinos, el SMN cuenta con la que es provista por los satélites meteorológicos geoestacionarios y de órbita cuasipolar, por las boyas meteorológicas derivantes y también por los buques que integran el sistema mundial de observación voluntaria en los mares y océanos.
Además de los medios señalados precedentemente, para la obtención de los datos, así como para su procesamiento y la elaboración y difusión de los distintos “productos” meteorológicos, se dispone de los medios que ofrece la tecnología moderna, entre ellos los sistemas de telecomunicación de alcance nacional, regional y mundial, los medios de computación de alta capacidad y los modelos físico-matemáticos, entre otros de no menos importancia.
En concordancia con lo expresado precedentemente, el 4 de octubre próximo, el SMN habrá de cumplir ciento cuarenta años de fructífera vida institucional al servicio de la Nación. Con tal motivo, en esa fecha se realizará en la sede del Museo Meteorológico Nacional de la ciudad de Córdoba, una ceremonia conmemorativa de tan especial acontecimiento. Se trata del edificio que fuera construido especialmente para la OMA en el predio del Observatorio Astronómico Nacional, calle San Luis N° 801 de esa ciudad, y en el que funcionó la Oficina entre los años 1885 y 1901.
En el transcurso de la ceremonia que tendrá inicio a las 10,30 h. de ese día, se entregarán a los miembros del Organismo que se han hecho acreedores a ellas, las siguientes distinciones:
Existen hoy suficientes motivos como para prever que en este siglo, el SMN deberá afrontar nuevos y serios desafíos, pero que contando con adecuados recursos financieros y humanos, podrá convertir esos desafíos en oportunidades de perfeccionamiento, diversificación y crecimiento, conducentes a la concreción de un mayor grado de eficiencia de las tareas científicas, técnicas y de prestación de servicios que constituyen su razón de ser. Le será factible además fortalecer, estrechar y ampliar sus relaciones con el muy amplio espectro de usuarios, dando adecuada, pronta y oportuna respuesta no sólo a los crecientes y perentorios requerimientos que formula el gran público, sino también a las distintas instituciones oficiales y privadas, relacionadas con el desarrollo socioeconómico, y la preservación de los recursos naturales, la seguridad de la Nación y la protección de la vida y los bienes de la población.
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Desde Mendoza con las novedades que suceden en Argentina y el mundo.....
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