miércoles, septiembre 12, 2012

El empuje del aeropuerto de El Prat amenaza con arrebatar a un debilitado Barajas su hegemonía en España


Jorge Chamizo.– En vísperas de una celebración de la Diada de marcado carácter soberanista y de reclamación del pacto fiscal se han conocido los datos de evolución del tráfico aéreo en España hasta agosto, cuando finaliza la temporada alta. Las cifras dibujan la figura emergente del aeropuerto barcelonés de El Prat, una  instalación cuya autogestión ha reclamado reiteradamente en los últimos años el poder político catalán que amenaza ya seriamente la hegemonía del aeródromo de la capital de España, Madrid-Barajas. El magnífico rendimiento del aeródromo barcelonés, en una coyuntura tan difícil, contrasta con la profunda crisis que sufren el resto de los aeropuertos de la red, salvo honrosas excepciones, como Palma de Mallorca, que aguante en cifras de 2011, y donde destaca para mal la negativa evolución del aeropuerto de Barajas.
El Prat, tradicionalmente el segundo aeródromo de España por volumen de tráfico, registra en un año muy duro para la industria aérea, crecimientos significativos del número de pasajeros. Una evolución que se apoya básicamente en el dinamismo de la demanda turística en un buen ejercicio para esta actividad clave para la economía española.
El resultado es que la horquilla de tráfico que separaba a Barajas y El Prat se está cerrando a gran velocidad y no sería extraño que en los próximos semestres, si Barajas no cambia su recesivo rumbo, la  infraestructura catalana desbanque a la madrileña del podio dentro de la red de AENA. Es verdad que Barcelona se ve beneficiada por la estacionalidad de estos meses de verano, pero la tendencia viene de lejos. Madrid por su parte, sufre un decepcionante año turístico y el tráfico de negocios vive una situación agónica. Además, de los siete aeropuertos de mayor volumen de pasajeros de la red de AENA sólo El Prat ha registrado un crecimiento destacable.
Las cifras son elocuentes. Barajas, aún cuando se mantiene como el de mayor tráfico de España, ha registrado una caída del 9,9% en el número de pasajeros en el mes de agosto, hasta 4,3 millones. Barcelona-El Prat, en cambio, ha mantenido su propia tendencia de crecimiento, con un tráfico superior a 3,87 millones de pasajeros que suponen un crecimiento del 6,9%. Sólo 400.000 viajeros han separado ambos aeropuertos este mes.
En el acumulado de los primeros ocho meses del año el aumento de pasajeros de Barcelona se sitúa en un 4,4%, hasta sumar  24.122.919 usuarios. En el mismo periodo de tiempo, por el aeropuerto de Barajas pasaron 31.015.040 viajeros, con una caída del 7,7 %.
Globalmente, la tendencia del tráfico es decreciente en la mayoría de los aeropuertos españoles desde que comenzó el año. Y ha continuado en el mes de agosto -tradicionalmente el mes de temporada alta de mayor movimiento-, con una caída mensual del 3,1%, hasta más de 22,15 millones de pasajeros. En el acumulado del año, los descensos son del 4%, alcanzado 134,36 millones de viajeros. Asimismo, durante los ocho primeros meses del año se registraron 1,36 millones de operaciones, lo que supone un 8,8% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Los otros cinco aeródromos que conforman el grupo de los siete de mayor volumen, se han mantenido estables o ha registrado importantes caídas. Palma de Mallorca ha aumentado un 0,8% hasta los casi 3,5 millones de pasajeros y Málaga-Costa del Sol, un 1% hasta los casi 1,55 millones. Por el contrario, Alicante ha reportado un retroceso del 8,5% hasta los casi 1,07 millones de pasajeros; Gran Canaria un -9%, hasta 803.169 pasajeros y Tenerife Sur, un -6,2% hasta 687.336 pasajeros; unas caídas que han permitido al Aeropuerto de Ibiza colocarse como el quinto de mayor tráfico, aunque ha registrado un crecimiento inferior a un dígito, de 0,6% hasta más de 1,14 millones de pasajeros.
Preocupación institucional
La intensidad de la caída en el aeropuerto de Madrid, y los planes para reducir actividad en esta instalación por parte de varias compañías aéreas han disparado la preocupación en el ente que gestiona la red, AENA, dependiente del Ministerio de Fomento. La crisis económica, la fuerte subida de las tasa del mes de julio, la que se producirá el sábado en el IVA y cierta pérdida de pulso de Madrid como destino turístico propician esta situación. El desplome de la actividad en las terminales de la capital de España ha provocado de hecho que Barajas, tras años de crecimiento apoyado en las multimillonarias inversiones en la nueva terminal y en la mejora de las antiguas, haya salido del selecto club de los cinco primeros aeropuertos de Europa por volumen de operaciones.
La preocupación por la crisis del sector aéreo y la debilidad particular del aeródromo madrileño, el centro de gravedad de la red de AENA, ha movilizado a la dirección del ente, que pretende abrir nuevas rutas hacia destinos con escaso o nulo relación con Barajas. Los esfuerzos se dirigen al mercado de Oriente Medio y Extremo Oriente.
En las instituciones madrileñas también se ha desatado la preocupación por la debilidad en la actividad del aeropuerto. El vicealcalde del Ayuntamiento de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, ha respaldado los planes del ente como vía para compensar la caída del turismo extranjero en la capital, que se cifra en el 1,9% en los siete primeros meses del año respecto al año pasado.
Ante esta bajada del turismo europeo, el número dos del consistorio aboga por reforzar también las conexiones de la ciudad de Madrid con Norteamérica y Canadá.


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