Una broma de mal gusto o, simplemente, una falta de sensatez han desatado el pánico en un vuelo de Iberia que se dirigía a Madrid procedente de Milán. La ocurrencia de un pasajero, que introdujo un papel en el hueco donde debería haber habido una lámpara sobre su asiento, ha provocado un pequeño incendio dentro del avión.
El humo y el olor a papel quemado dentro del aparato ha alertado a los pasajeros y a la tripulación. Al grito de "fuego a bordo", las azafatas han intentado controlarlo, primero con botellas de aguas y, después, con un extintor para evitar que el papel chamuscado ocasionara un incendio mayor.
"Según el procedimiento, tras usar el extintor debes declarar emergencia local y avisar a tierra", han explicado a ELMUNDO.es fuentes de Iberia. Aunque la situación estaba bajo control, después de comunicar el incidente, el operativo de Bomberos y Guardia Civil se ha preparado para recibir al avión.
"Más de 40 minutos hemos estado parados y esperando dentro" después de aterrizar, ha relatado una pasajera tras llegar al aeropuerto de Barajas. Tiempo suficiente para que los miembros del equipo de emergencias pudieran subir a la aeronave y supervisar la situación. Nada grave. La gracia o la estupidez del pasajero se han quedado finalmente en un susto.
El humo y el olor a papel quemado dentro del aparato ha alertado a los pasajeros y a la tripulación. Al grito de "fuego a bordo", las azafatas han intentado controlarlo, primero con botellas de aguas y, después, con un extintor para evitar que el papel chamuscado ocasionara un incendio mayor.
"Según el procedimiento, tras usar el extintor debes declarar emergencia local y avisar a tierra", han explicado a ELMUNDO.es fuentes de Iberia. Aunque la situación estaba bajo control, después de comunicar el incidente, el operativo de Bomberos y Guardia Civil se ha preparado para recibir al avión.
"Más de 40 minutos hemos estado parados y esperando dentro" después de aterrizar, ha relatado una pasajera tras llegar al aeropuerto de Barajas. Tiempo suficiente para que los miembros del equipo de emergencias pudieran subir a la aeronave y supervisar la situación. Nada grave. La gracia o la estupidez del pasajero se han quedado finalmente en un susto.
FUENTE: www.elmundo.es
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