La designación de Mariano Recalde como nuevo gerente general en Aerolíneas Argentinas se concretó 24 horas antes de que se cumpliera un año del acuerdo de paz social que firmaron los gremios aeronáuticos en el Ministerio de Trabajo.
Ese acuerdo fue el primer paso del reingreso del Estado argentino como agente financiero de Aerolíneas y Austral, a cargo del pago de los sueldos, las inversiones y el déficit operativo, que hoy ronda los 20 millones de dólares por mes.
Con un nuevo director al que todavía no conocen personalmente, los pilotos de Aerolíneas Argentinas desactivaron las medidas de protesta que preparaban contra el director saliente y flamante ministro de Justicia, Julio Alak.
Fue luego de que Jorge Pérez Tamayo, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), se reuniera ayer por la tarde con el nuevo secretario de Transportes, Juan Manuel Schiavi. "No hay riesgo para los vuelos de esta temporada invernal, nuestra advertencia era sobre la temporada alta del próximo verano", dijo ayer Pérez Tamayo.
El lunes, el dirigente gremial había advertido que una decisión de Alak de no llamar a cubrir puestos en distintos aviones de la compañía podría generar que algunos vuelos "quedaran en tierra" en los próximos días. Además, APLA estaba convocando a sus afiliados a una asamblea en protesta contra Alak, que iba a ser realizada primero el viernes y luego había sido pasada para el lunes. Ayer quedó desactivada luego de la reunión que Pérez Tamayo mantuvo con Schiavi.
El gremialista, que este año había logrado la incorporación de 150 pilotos en Aerolíneas, reclamó a Schiavi que el Gobierno haga cumplir la Ley 19.030, que asigna a Aerolíneas (no a Austral) una reserva de 50% del mercado de cabotaje. Schiavi le habría prometido estudiar la propuesta. Pérez Tamayo tenía una alianza estratégica con el ex-secretario de Transportes, Ricardo Jaime, que se hizo efectiva desde los últimos dos años de la gestión de Marsans en Aerolíneas. Con Schiavi se conocieron ayer. Pero con Recalde, tienen en común su vínculo con Hugo Moyano.
Fuente: www.clarin.com
Ese acuerdo fue el primer paso del reingreso del Estado argentino como agente financiero de Aerolíneas y Austral, a cargo del pago de los sueldos, las inversiones y el déficit operativo, que hoy ronda los 20 millones de dólares por mes.
Con un nuevo director al que todavía no conocen personalmente, los pilotos de Aerolíneas Argentinas desactivaron las medidas de protesta que preparaban contra el director saliente y flamante ministro de Justicia, Julio Alak.
Fue luego de que Jorge Pérez Tamayo, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), se reuniera ayer por la tarde con el nuevo secretario de Transportes, Juan Manuel Schiavi. "No hay riesgo para los vuelos de esta temporada invernal, nuestra advertencia era sobre la temporada alta del próximo verano", dijo ayer Pérez Tamayo.
El lunes, el dirigente gremial había advertido que una decisión de Alak de no llamar a cubrir puestos en distintos aviones de la compañía podría generar que algunos vuelos "quedaran en tierra" en los próximos días. Además, APLA estaba convocando a sus afiliados a una asamblea en protesta contra Alak, que iba a ser realizada primero el viernes y luego había sido pasada para el lunes. Ayer quedó desactivada luego de la reunión que Pérez Tamayo mantuvo con Schiavi.
El gremialista, que este año había logrado la incorporación de 150 pilotos en Aerolíneas, reclamó a Schiavi que el Gobierno haga cumplir la Ley 19.030, que asigna a Aerolíneas (no a Austral) una reserva de 50% del mercado de cabotaje. Schiavi le habría prometido estudiar la propuesta. Pérez Tamayo tenía una alianza estratégica con el ex-secretario de Transportes, Ricardo Jaime, que se hizo efectiva desde los últimos dos años de la gestión de Marsans en Aerolíneas. Con Schiavi se conocieron ayer. Pero con Recalde, tienen en común su vínculo con Hugo Moyano.
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