SAENZ PEÑA (Agencia)--Considerada una obra estratégica para el Mercosur y para el movimiento comercial, turístico y social de la región, el Aeropuerto de Sáenz Peña cumple hoy diez años.
Sin embargo, y a pesar de algunos intentos, la obra no cumplió nunca los fines para los cuales supuestamente fue creado, constituyéndose en una de las grandes materias pendientes de quienes tienen la responsabilidad de darle vida. El 16 de agosto de 1998, con Angel Rozas como gobernador del Chaco y Víctor Lapasini en la intendencia de Sáenz Peña, unas 30.000 personas asistían --como testigos preferenciales-- a la inauguración de un aeropuerto dotado de la infraestructura acorde a los tiempos y con grandes expectativas en cuanto a su funcionalidad y aporte al desarrollo de la zona. Aquella mañana fría tocó suelo saenzpeñense un Boeing 737 de Aerolíneas Argentinas, en el cual arribaba el entonces gobernador y funcionarios de su gabinete para dejar inaugurado el flamante aeropuerto a modo de “reivindicación histórica para la comunidad centrochaqueña”, que desde casi tres décadas venía reclamando en distintos ámbitos de gobiernos. La obra, que permitiría la operación de aeronaves comerciales para transporte de pasajeros y carga, fue concluida en el plazo récord de trece meses mediante una inversión de 7 millones de dólares, con recursos genuinos de la provincia. Si bien algunas empresas iniciaron los vuelos de cabotaje tan anhelados por los habitantes del interior, en la actualidad el aeropuerto no ofrece dicho servicio. El Rotary Club Sáenz Peña fue una de las tantas entidades del medio que impulsó su creación. En las jornadas sobre vias de comunicación y servicios en esta región del Mercosur, que se efectuó en noviembre de 1996, el entonces secretario de Obras y Servicios Públicos, Benicio Szymula, anunció para principios de 1997 la licitación de la trascendental obra. El desafío del nuevo siglo En febrero de 2001 se inauguró la planta de expendio de aerocombustibles durante la gestión municipal de Carim Peche. En esa ocasión, la entonces subsecretaria Alicia Mastandrea mencionó que unos 80.000 pasajeros se movían por año desde el aeropuerto de Resistencia y 40.000 desde Corrientes, de los cuales 12.000 provenían del interior provincial. Entonces la funcionaria remarcó la potencialidad del mercado con el aeropuerto en Sáenz Peña, y había llamado a convertirlo y dotarlo de mayor competitividad, presentándose como “un desafío para el Estado y toda la comunidad del interior“. Con el objetivo de crear un nuevo perfil y mejorar su desempeño comercial, además de fortalecer las actividades de la aviación en general, en julio del mismo año se constituyó la Asociación Amigos del Aeropuerto, presidido por Hugo Alberto Mathot en representación del Rotary, e integrado además por referentes de la Fiesta Nacional del Algodón, Dirección Municipal de Turismo, Aero Club Sáenz Peña, Asociación de Agencias de Viaje, Asociación de Empresas Constructoras y Asociación de Remises, aunque luego se desintegró.
Sin embargo, y a pesar de algunos intentos, la obra no cumplió nunca los fines para los cuales supuestamente fue creado, constituyéndose en una de las grandes materias pendientes de quienes tienen la responsabilidad de darle vida. El 16 de agosto de 1998, con Angel Rozas como gobernador del Chaco y Víctor Lapasini en la intendencia de Sáenz Peña, unas 30.000 personas asistían --como testigos preferenciales-- a la inauguración de un aeropuerto dotado de la infraestructura acorde a los tiempos y con grandes expectativas en cuanto a su funcionalidad y aporte al desarrollo de la zona. Aquella mañana fría tocó suelo saenzpeñense un Boeing 737 de Aerolíneas Argentinas, en el cual arribaba el entonces gobernador y funcionarios de su gabinete para dejar inaugurado el flamante aeropuerto a modo de “reivindicación histórica para la comunidad centrochaqueña”, que desde casi tres décadas venía reclamando en distintos ámbitos de gobiernos. La obra, que permitiría la operación de aeronaves comerciales para transporte de pasajeros y carga, fue concluida en el plazo récord de trece meses mediante una inversión de 7 millones de dólares, con recursos genuinos de la provincia. Si bien algunas empresas iniciaron los vuelos de cabotaje tan anhelados por los habitantes del interior, en la actualidad el aeropuerto no ofrece dicho servicio. El Rotary Club Sáenz Peña fue una de las tantas entidades del medio que impulsó su creación. En las jornadas sobre vias de comunicación y servicios en esta región del Mercosur, que se efectuó en noviembre de 1996, el entonces secretario de Obras y Servicios Públicos, Benicio Szymula, anunció para principios de 1997 la licitación de la trascendental obra. El desafío del nuevo siglo En febrero de 2001 se inauguró la planta de expendio de aerocombustibles durante la gestión municipal de Carim Peche. En esa ocasión, la entonces subsecretaria Alicia Mastandrea mencionó que unos 80.000 pasajeros se movían por año desde el aeropuerto de Resistencia y 40.000 desde Corrientes, de los cuales 12.000 provenían del interior provincial. Entonces la funcionaria remarcó la potencialidad del mercado con el aeropuerto en Sáenz Peña, y había llamado a convertirlo y dotarlo de mayor competitividad, presentándose como “un desafío para el Estado y toda la comunidad del interior“. Con el objetivo de crear un nuevo perfil y mejorar su desempeño comercial, además de fortalecer las actividades de la aviación en general, en julio del mismo año se constituyó la Asociación Amigos del Aeropuerto, presidido por Hugo Alberto Mathot en representación del Rotary, e integrado además por referentes de la Fiesta Nacional del Algodón, Dirección Municipal de Turismo, Aero Club Sáenz Peña, Asociación de Agencias de Viaje, Asociación de Empresas Constructoras y Asociación de Remises, aunque luego se desintegró.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario