martes, marzo 18, 2008

Boeing Recurre la Adjudicación del Contrato de Avión Cisterna de la Fuerza Aérea de EE.UU.

ST. LOUIS, 11 de marzo, 2008 – Boeing ha presentado una protesta formal ante la Oficina de Supervisión del Gobierno (Government Accountability Office, GAO), solicitando que la agencia revise la decisión de la Fuerza Aérea de EE.UU., de adjudicar el contrato para sustituir aviones cisterna a un equipo formado por Northrop Grumman y European Aeronautic Defence and Space Company (EADS), atribuyendo irregularidades al proceso del concurso y la evaluación de las ofertas competidoras.
“Nuestro análisis de los datos presentados por la Fuerza Aérea demuestra que el concurso tiene graves defectos que resultaron en la elección del avión erróneo para el combatiente,” dijo Mark McGraw, Vicepresidente y Director de Programa de Aviones Cisterna de Boeing. “Tenemos inquietudes importantes respecto a la valoración de la Fuerza Aérea y estamos ejerciendo nuestro derecho dentro del proceso para que la GAO revise la decisión, asegurando que la elección del próximo avión cisterna de América sea justa y la mejor para los combatientes y contribuyentes de EE.UU.”
Tras un análisis exhaustivo de los datos presentados durante la reunión del 7 de marzo sobre la decisión, Boeing llegó a la conclusión de que lo que comenzó siendo un esfuerzo de la Fuerza Aérea por desarrollar un concurso justo, abierto y transparente, se convirtió en un proceso repleto de irregularidades. Estas irregularidades dejaron a Boeing en una posición de desventaja competitiva a lo largo del concurso e incluso penalizó a la compañía por ofertar un avión basado en un modelo comercial con costes y riesgos inferiores y mayor protección para las tropas.
“Está claro que la misión original de estos aviones cisterna – es decir, un tanquero de tamaño medio en el que el transporte de carga y pasajeros era secundario – se perdió en el proceso y la Fuerza Aérea acabó con un avión cisterna sobredimensionado," afirmó McGraw. "Conforme se cambiaron los requisitos para acomodar el avión de Airbus, mayor pero menos capaz, los evaluadores descontaron de forma arbitraria los significativos puntos fuertes del KC-767, comprometiendo la capacidad operativa, incluyendo la habilidad de reabastecer una gama de aeronaves más versátil, como el V-22, e incluso la posibilidad de que el avión cisterna sobreviva las misiones más peligrosas que encuentre.”
Boeing solicita a la GAO que examine varios factores del concurso que tienen defectos sustanciales:
· La adjudicación del contrato y las informaciones subsiguientes ignoran el hecho de que en realidad Boeing y el equipo Northrop/EADS recibieron puntuaciones idénticas en los cinco factores de evaluación: 1) Capacidad de Misión, 2) Riesgo, 3) Rendimiento Anterior, 4) Coste/Precio y 5) Valoración de Reabastecimiento Aéreo Integrado de la Flota. De hecho, una revisión objetiva de los datos medidos en función de la Solicitud de Propuesta muestra que Boeing tenía la mejor oferta en términos de ciclo operativo, menor riesgo y mejor capacidad.
· Las irregularidades en este proceso de adquisición han resultado en una diferencia significativa entre la aeronave que la Fuerza Aérea quería adquirir en un principio –un avión cisterna de tamaño medio para sustituir al KC-135, tal y como se especificaba en la solicitud de propuesta – y el tanquero mucho más grande, basado en el Airbus A330 que se seleccionó finalmente. Está claro que cambios frecuentes y a menudo no expresados a lo largo del concurso – incluyendo manipulación de los criterios de evaluación y aplicación de prioridades no manifestadas y sin fundamento entre los requisitos clave del sistema – dieron como resultado la selección de una aeronave radicalmente diferente de lo que buscaba la Fuerza Aérea e inferior a la oferta del Boeing 767 tanquero.
· Debido a la forma en que la Fuerza Aérea trató los datos de coste/precio de Boeing, a la compañía se le negó de forma efectiva su derecho de competir con un producto derivado de un modelo comercial, lo que va en contra no solamente de la Solicitud de Propuesta (RFP), sino de la regulación y estatuto federales. La Fuerza Aérea rechazó aceptar la información relativa a coste/precio de Boeing, que cumplía con la Regulación de Adquisición Federal, desarrollada a lo largo de 50 años de fabricación de aviones comerciales y en su lugar trató la información de la compañía del coste/precio de la estructura de la aeronave como si fuera un producto militar de defensa. Esta decisión irregular no sólo negó al gobierno los beneficios de fabricación de la capacidad única de producción en línea de Boeing, exponiendo a la Fuerza Aérea a un riesgo mayor, sino que también resultó en una distorsión del precio al que Boeing ofreció producir los aviones cisterna.
· Al evaluar el Rendimiento Anterior, la Fuerza Aérea ignoró el hecho de que Boeing – con 75 años de éxito fabricando aviones cisterna – es la única compañía del mundo que ha producido un avión cisterna de un derivado comercial, equipado con una pértiga operativa de reabastecimiento aéreo. En lugar de considerar un análisis de rendimiento reciente que habría fortalecido la posición de Boeing, la Fuerza Aérea se centró en detalles relativamente insignificantes sobre programas “algo relevantes” de Northrop/EADS, en detrimento de la experiencia de Boeing.
“Boeing ha ofrecido una aeronave que proporcionaba el mejor valor y rendimiento para la misión, con el riesgo más bajo y el menor coste por ciclo operativo,” dijo McGraw. “Aportamos nuestro mejor esfuerzo a este concurso. Lamentablemente, las irregularidades en el proceso han dado como resultado una aplicación contradictoria y perjudicial de las prácticas de adquisición y la selección de un avión de mayor riesgo y a mayor precio, menos adecuado para la misión tal y como se definió en la propia solicitud de propuesta de la Fuerza Aérea. Sólo pedimos que se sigan las reglas de competencia justa.”
Boeing Integrated Defense Systems, una unidad de negocios de Boeing, es una de las mayores empresas de espacio y defensa, especializada en proporcionar a sus clientes soluciones innovadoras y basadas en capacidades. Con sede en St. Louis, Boeing Integrated Defense Systems factura 32.100 millones de dólares y cuenta con 71.000 trabajadores en todo el mundo.

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