La Fuerza Aérea Argentina conmemora hoy, 10 de agosto de 2007, un nuevo aniversario de su nacimiento y es un gran honor para mí, como Ministra de Defensa, pronunciar palabras alusivas a esta fecha tan importante.
Esta fecha se remonta al año 1912 cuando a través de un decreto del entonces Presidente de la Nación Roque Sáenz Peña, se creó la Escuela de Aviación Militar, en terrenos de El Palomar, provincia de Buenos Aires, de la que egresaron pilotos militares que participaron en los hitos más destacados de la aviación argentina como, por ejemplo, el cruce de los Andes.
Pero fue recién el 4 de enero de 1945 que se creó la Fuerza Aérea Argentina, institución que tuvo y tiene como misión organizar, mantener y alistar las fuerzas aéreas de la Nación a fin de contribuir a la defensa nacional y al ejercicio de la soberanía en el espacio aéreo propio.
Esta institución tuvo su bautismo de fuego el 1º de Mayo de 1982, con motivo del conflicto bélico del Atlántico Sur, ocasión en la que 36 oficiales, 14 suboficiales y 5 de sus soldados ofrendaron con generosidad y heroísmo su vida por la patria. En aquella oportunidad, tan cercana a los sentimientos de todos los argentinos, la institución fue convocada para la defensa de la integridad territorial de nuestra Nación, y debió hacer frente a la superioridad de un poderoso adversario. Esa circunstancia, sin embargo, no fue obstáculo para que la Fuerza Aérea Argentina pusiera de manifiesto el valor y la destreza de sus pilotos y combatientes, virtudes que hoy son conocidas en el mundo entero.
Este nuevo aniversario nos encuentra en un momento histórico, de grandes y positivos cambios, a partir de los cuales pretendemos alcanzar un instrumento militar moderno, eficaz y plenamente identificado con los valores y postulados esenciales que inspiran el ordenamiento constitucional de nuestra nación.
En este sentido, quiero destacar que el Ministerio de Defensa está íntimamente comprometido en hacer de la política de defensa definitivamente una política de Estado; está íntimamente compremetido en consolidar un sistema de defensa caracterizado por un instrumento militar moderno y eficaz en la protección y preservación de los intereses vitales de la Nación y, coherente con esos objetivos, está genuinamente comprometido con la cooperación regional y mundial como condición sine qua non para avanzar en la convivencia internacional armónica y pacífica.
En consecuencia, hemos asumido sin restricciones la responsabilidad indelegable que le corresponde a la dirigencia política, que es la de asumir la conducción de la política de defensa y, como parte de la misma, de la política militar propiamente dicha.
Esta responsabilidad de ejercer la efectiva conducción civil y democrática de la política de defensa nacional la hemos materializado en muchas y variadas acciones, entre las que se destacan las que se refieren a la modernización integral del sistema de defensa, de sus diversos componentes y, particularmente, al interior de éstos, de las Fuerzas Armadas.
Cuando asumimos el Ministerio, hace algo más de un año y medio, nos enfrentábamos a muy diversos desafíos y problemas como, por ejemplo, la ausencia de reglamentación de instrumentos jurídicos centrales como la propia Ley de Defensa Nacional; la desinversión sostenida en los medios materiales de las Fuerzas Armadas; los rasgos de ineficiencia en el sistema de administración de los recursos para el sector; la desarticulación entre las áreas de ciencia, tecnología y producción y las necesidades operativas de las Fuerzas Armadas; el atraso de la normativa todavía vigente en el Código de Justicia Militar; la vigencia de modelos inapropiados en contenidos y metodologías de la formación militar y la ausencia de avance en la orientación del trabajo conjunto en las Fuerzas, entre otras carencias y cuestiones disfuncionales.
De forma inédita en la historia de nuestro país, hemos asumido plenamente todas estas responsabilidades y hemos avanzado sistemática e integralmente en todos esos aspectos inconclusos, faltantes o distorsionados:
1°) reglamentando la Ley de Defensa Nacional, tarea esencial a los efectos de volver operativas cuestiones centrales del sistema de defensa, como son:
- a) el fortalecimiento del Ministerio de Defensa como órgano de conducción, planificación, implementación y supervisión efectiva de la política de defensa y de administración y conducción superior de las Fuerzas Armadas,
- b) la materialización del rol del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas como responsable de la elaboración del planeamiento estratégico militar conjunto, de la doctrina conjunta y del adiestramiento conjunto, al tiempo que organismo encargado de las operaciones militares y,
- c) la definición precisa de las misiones y funciones del Instrumento Militar, con la inequívoca determinación de la responsabilidad primaria de las Fuerzas Armadas, que es la defensa contra agresiones militares estatales externas;
2°) Elaborando una “Directiva sobre Organización y Funcionamiento de las Fuerzas Armadas”, documento político de contenido específicamente técnico-militar, destinado a establecer los criterios y parámetros orientadores de las misiones, concepción y criterios de empleo efectivo, organización, funcionamiento, rediseño de capacidades y equipamiento de las Fuerzas Armadas de la Nación;
3°) Convocando al Consejo de Defensa Nacional, por primera vez en la historia de nuestro país desde que fue sancionada la Ley de Defensa Nacional, organismo clave en el asesoramiento y asistencia en las cuestiones de defensa nacional del Presidente de la Nación
4°) Elaborando un nuevo “Ciclo de Planeamiento de la Defensa Nacional”, instrumento ineludible para atender este proceso esencial del sistema de defensa, a partir del cual se aborda y determina una clara definición del procedimiento y de los respectivos documentos a elaborar, como así también una precisa asignación de tareas a cada una de las correspondientes instancias intervinientes.
5°) Poniendo en funciones al Comandante Operacional del Comando Operacional del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, paso decisivo para el funcionamiento efectivamente conjunto del instrumento militar de la Nación;
6°) Creando el “Comité de Política Presupuestaria”, como un importante paso tendiente a la profunda reestructuración del sistema de administración de recursos para la Defensa, a efectos de superar la histórica inercia en la que el Ministerio de Defensa convalidaba, de hecho, los planes que se elevaban desde las fuerzas armadas para, en cambio, pasar a una nueva dinámica en la que las demandas y proyectos de cada una de ellas, atraviesen un análisis crítico de calidad y de vinculación conjunta con el de los otros componentes militares;
7°) Creando el “Sistema Integral de Gestión para las Inversiones para la Defensa” (SIGID), que permite al Ministerio evaluar permanente y estandarizadamente los proyectos de inversión, para desarrollar de manera controlada solamente los que, respetando las normas del SIGID, hayan sido elevados por el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y cuenten con la aprobación de la Secretaría de Planeamiento del Ministerio,
8°) Creando el “Comité de Logística Conjunta”, instancia que efectúa un seguimiento permanente del estado del material de las Fuerzas Armadas, sus necesidades de mantenimiento, recuperación y modernización. En su seno, también se diagraman las iniciativas para optimizar el rendimiento global de los recursos destinados al sector defensa;
9°) Creando el Programa de Abastecimiento Conjunto de Insumos Comunes (PACIC), con el que procuramos consolidar a nivel del Estado Mayor Conjunto la adquisición de bienes y servicios homologables, cuya provisión hasta el momento se realizaba en forma atomizada a través de distintas unidades de las fuerzas. Este programa permitirá avanzar en la normalización del material, contribuyendo a una mayor interoperabilidad, lo que implicará una reducción de cargas administrativas y la mejora de condiciones de negociación por la emergencia de economías de escala;
10°) instituyendo el Sistema de Capacidades de Mantenimiento (SICAMAN), a efectos de promover el aprovechamiento conjunto de todas las capacidades de mantenimiento de los talleres y arsenales de las fuerzas armadas. Este sistema, a través de un soporte informático a disposición de las tres fuerzas, cataloga los procesos técnicos que los distintos talleres y arsenales pueden brindar a las distintas unidades usuarias, aprovechándose de esta manera las capacidades ociosas y una mayor integración logística;
11°) elaborando un proyecto de “Reforma del Sistema de Justicia Militar”, pionero en la región y elogiado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el cual hemos enviado al Congreso Nacional, que corrige las importantes distorsiones que inspiraron al sistema todavía vigente, eliminando el fuero militar y derogando la pena de muerte, y buscando garantizar los derechos y garantías que tienen todos los ciudadanos del país por vivir en un estado de derecho, a los integrantes de las Fuerzas Armadas,
12°) reordenando integralmente el “Sistema de Inteligencia para la Defensa”, tarea ineludible para adecuar los fines, las funciones y la eficiencia de los organismos de la defensa que deben dedicarse a ésta tarea, al cumplimiento de sus misiones, siempre en el marco de la letra y el espíritu de la ley;
13°) creando el “Consejo de Políticas de Género”, a efectos de promocionar de forma constante y sistemática la igualdad de derechos y oportunidades de ambos sexos en el ámbito de las fuerzas armadas, a través de normativas y también de, entre otras acciones, cursos y publicaciones, que además favorezcan el ingreso y permanencia de las mujeres en las instituciones militares;
14°) fortaleciendo las capacidades de control efectivo de nuestro espacio aéreo soberano a través de la ejecución del “Plan de Fortalecimiento de las Capacidades de Vigilancia y Control del Aeroespacio”, materializado en el reciente despliegue e integración de medios militares del Ejército Argentino y de la Fuerza Aérea Argentina. Por medio de ese Plan, y por vez primera en la historia de nuestras fuerzas armadas, se está ejecutando una real y efectiva acción militar conjunta;
15°) avanzando, también, en un punto de máxima trascendencia, como es el de la creación de un nuevo sistema de educación para las Fuerzas Armadas, sólidamente fundado en valores y prácticas democráticas, en el más absoluto respeto a los derechos humanos y en la reafirmación del rol del militar como ciudadano y servidor público especializado. En este sentido, la educación para la defensa y la formación ciudadana del militar constituyen conceptos primarios del nuevo sistema educativo, sustentado en valores, orientaciones y prácticas democráticas que reafirmen su rol como ciudadano y servidor público especializado y que generen una nueva cultura institucional en el marco de las organizaciones complejas de las FF.AA., que se refleje en sus rutinas, hábitos y destrezas.
Entre los primeros avances de este trascendental proceso de reforma, se deben destacar i) la creación de la “Escuela Superior de Guerra Conjunta” para oficiales de las tres fuerzas, que el pasado 30 de marzo inició sus actividades académicas; ii) la implementación de una reforma curricular de las escuelas de oficiales y suboficiales, a partir del trabajo conjunto de la totalidad de las partes intervinientes (equipos del Ministerio de Defensa, Escuelas de Formación de Oficiales, Institutos Universitarios de las FFAA y Organismos Superiores de las FFAA, responsables de los mencionados Institutos). El modelo propuesto no es una abstracción teórica ni significa tan solo una actualización curricular sino que, por el contrario, responde a una determinada coyuntura histórica, a un sistema de valores sociales y en gran medida a un entorno tecnológico que debe ser comprendido y dominado para asegurar la eficacia del accionar conjunto desde el inicio de los procesos de formación y capacitación; iii) otro avance destacable es la articulación de los institutos de las fuerzas armadas con el sistema universitario nacional, conforme a lo expresado en la Ley de Educación Nacional, y la determinación de que dichos institutos militares se orienten a lo específico de cada fuerza; iv) También debe señalarse la redefinición y la federalización de los sistemas de ingreso a las fuerzas armadas, a efectos de alcanzar un proceso de selección de aspirantes más integral, además de más igualitario y equitativo en términos de efectivas posibilidades de acceso der jóvenes del interior del país; v) Por último, el establecimiento del “Curso Básico Conjunto de Aviador Militar”, que unifica el primer año de las escuelas de formación de pilotos de las tres fuerzas armadas.
También nos hemos concentrado en atender los problemas derivados de años de desinversión, con sus nefastas consecuencias de deterioro de los medios materiales y crisis en el sistema logístico. Si bien las soluciones a estos problemas no son de carácter inmediato, tenemlos claro el objetivo y hemos estado trabajando denodadamente, con planes integrales para el corto y mediano plazo, para la reversión de esta situación y la maximización de la capacidad operacional que, en el caso de la Fuerza Aérea, implicó el inicio de un plan de recuperación de medios que permitirá, en cinco años, recobrar la capacidad aérea en sus aspectos más medulares de transporte, helicópteros y aviones de combate. El proyecto implica para el 2007 un desembolso de 226 millones de pesos, que actualmente se está ejecutando.
En efecto, respecto de los créditos presupuestarios adicionales asignados para el ejercicio 2007 debemos destacar:
1) Plan de acción progresiva para alcanzar y mantener la aeronavegabilidad de las aeronaves de la FAA. El objeto del plan es atender sin demoras los requerimientos operativos para garantizar la aeronavegabilidad de los sistemas de dotación de la fuerza. En el tramo 2007 se divide en lo que se refiere a medios propiamente dichos en tres etapas:
Etapa I – Aviones de TransporteEtapa II – Entrenamiento / Enlace y Alas Rotativas
El financiamiento de la primer etapa se inicia con el refuerzo efectuado por este Ministerio al cierre del ejercicio 2006 a favor de la Fuerza Aérea por un importe de $ 7.500.000, y se completa con una reasignación de prioridades dentro de la propia Fuerza, producto de la reprogramación del Programa Aéreo Operativo 2007 (PAO) , que habilitó una disponibilidad de créditos con destino al Plan de $ 24.800.000.
En lo que respecta a las Etapas II y III, ya se ha presentado a la Jefatura de Gabinete de Ministros una solicitud de incremento de créditos por un importe de $ 75.000.000, a la cual ya se le ha dado curso al Ministerio de Economía para su consideración.
2) Contratos con la Empresa Lockheed. En la actualidad, en el ámbito del Ministerio de Defensa, se encuentran financiados los dos contratos actualmente vigentes, que prevén con destino a la Fuerza Aérea las siguientes prestaciones:
CONTRATO 03 – DE PRESTACIONES DE SERVICIOS AERONÁUTICOS, dentro de él se incluyen distintas líneas de producción destinadas principalmente al mantenimiento de aeronaves, motores, componentes, instrumentos y accesorios, así como la modernización de aeronaves varias (C130, PUCARA) y la fabricación de paracaídas y repuestos. El actual presupuesto es de $ 83.886.877 y se ha planteado un incremento de $ 38.100.000 con el fin de salvar la insuficiencia de financiamiento del actual presupuesto respecto del programa de pagos que prevé dicho contrato para el actual ejercicio.
CONTRATO 04 - MODERNIZACIÓN, FABRICACIÓN Y LICENCIA DE LAS AERONAVES IA 63 PAMPA, el cual prevé la modernización de 12 aviones PAMPA y la fabricación de seis nuevos. De igual modo que en el CONTRATO 03 su crédito original de $ 32.481.000 necesita un refuerzo de $ 15.300.000, requerimiento que ya ha sido planteado por los canales pertinentes.
Ambos contratos, se encuentran en un proceso de renegociación con miras a una extensión mínima de algo más de un año, de manera tal de asegurar la continuidad de la prestación de los servicios que de ellos se derivan a favor de la Fuerza, con cambios operativos y financieros de trascendental importancia en términos de mejorar sustancialmente la eficiencia en la aplicación de los recursos que se le asignen.
3) Radarización. Con relación a la problemática vinculada con la vigilancia y control del espacio aéreo, se plantearon necesidades perentorias en materia de créditos destinados a encarar inversiones que consoliden su accionar en un ambiente tecnológico acorde con las metodologías operacionales emanadas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organismo competente en la materia.
Con tal propósito se obtuvo el día 30/04/07 el financiamiento para:
1) Alquilar un radar para el control del tránsito aéreo, propiciando la Fuerza que el mismo quede instalado como radar alternativo al de Ezeiza, hasta tanto opere el que está previsto de los nuevos Radares Secundarios Monopulso Argentinos (RSMA) de serie, a obtener a través del proyecto que la empresa INVAP S.E. ya se encuentra ejecutando. Este alquiler demandó $ 1.306.500.
2) Modernizar el Centro de Control de Área Ezeiza, a través de un reemplazo del hardware y del software de aplicación en cumplimiento de las nuevas metodologías operacionales emanadas de la OACI. Esta modernización, con un costo de $ 24.248.640, permitirá incrementar los niveles de seguridad, contener mayores flujos de tránsito aéreo, reducir los tiempos de vuelo, etc., generando economías no sólo en la administración del sistema, sino en los demás actores involucrados en la operatoria.
3) Incorporar el equipamiento en materia de comunicaciones acorde con la nueva tecnología, que además permitirá incluir un nuevo puesto de control de ruta que suplanta al del ACC de Resistencia, en consonancia con la redefinición del Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (SINVICA). Este equipamiento demandó la suma de $ 2.870.400.
4) Instalar un ACC de Emergencia, conformado por un simulador de similares características, en el Centro de Instrucción, Perfeccionamiento y Experimentación (CIPE), de manera tal que también pueda ser utilizado en la formación de los actuales y futuros operadores del sistema. Está instalación requirió $ 6.664.195.
5) Incorporar nuevo equipamiento en materia de comunicaciones asociado al simulador del Centro de Instrucción, Perfeccionamiento y Experimentación (CIPE), para perfeccionar su capacidad como ACC alternativo del Area Terminal Buenos Aires, por la suma de $ 9.360.000.
6) Instalar en la Región de Información de Vuelo (FIR) Córdoba un nuevo Centro de Control de Área Unificado, con su correspondiente sistema de presentación de datos radar, que contendrá a la Región de Información de Vuelo Mendoza. Este Centro exigió una inversión de $ 17.250.318
7) Incorporar el equipamiento de comunicaciones en el nuevo Centro de Control de Área Unificado de Córdoba acorde con la nueva tecnología del ACC por un monto de $ 15.600.000
La gestión de la OACI en el proceso de contrataciones de todo el equipamiento nuevo que hemos reseñado requirió $ 2.761.762
Atender las reparaciones y reemplazos de elementos en los Radares Primario y Secundario instalados en el Área Terminal Buenos Aires, demandó un gasto de $ 1.029.940
Encarar una revisión del cronograma de entregas de los Radares Secundarios Monopulso Argentinos (RSMA), cuya fabricación está a cargo de la empresa INVAP S.A., con el fin de adelantar la incorporación de tres de ellos antes de la finalización del corriente año, uno de los se instalará en el Área Terminal Buenos Aires, requirió $ 6.625.200.
Y la construcción de las tres torres en las cuales se instalarán los radares señalados exigieron $ 2.382.000.
Asimismo, en materia de fortalecimiento de las capacidades específicamente militares de vigilancia del espacio aéreo; el Ministerio de Defensa ha impulsado una licitación internacional, actualmente en curso, para la adquisición de cuatro radares militares móviles 3 D por un valor de 150 millones de pesos que permitirá cubrir adecuadamente el control de nuestra frontera norte.
Seguramente, pese a todas éstas acciones y políticas que con tanto esfuerzo y compromiso hemos encarado, es aún mucho lo que falta por hacer. Seguramente también deberemos esforzarnos todavía mucho más en lo que resta, pero la certidumbre y la tranquilidad que nos acompaña se deriva del compromiso honesto y bien intencionado que asumimos.
Finalmente, en este trascendente día quiero saludarlos e instarlos a que sigan trabajando con fe y esperanza en el futuro. Esta institución que hoy estamos homenajeando necesita de su capital humano, de sus Oficiales, Suboficiales, Soldados y Civiles, profesionales de todas las ramas, técnicos y especialistas, hombres y mujeres, que con su trabajo cotidiano y su capacitación constante contribuyen a construir una fuerza moderna para enfrentar los desafíos de la Argentina del Siglo XXI.
Nuestro país ha emprendido y lo sigue haciendo, un esforzado camino para superar la más grave crisis política, económica y social de su historia reciente. Ese esfuerzo de todos ha permitido en los últimos 5 años un crecimiento sostenido de entre el 8 y 9% anual, ha disminuido la indigencia, la pobreza y el desempleo, ha constituído reservas inéditas que alcanzaron los 44.000 millones de dólares, ha consolidado un superávit fiscal del 3,5% en todo el período, ha renegociado con dignidad su deuda con una quita cercana a los 70.000 millones de dólares, ha saldado sus compromisos con el FMI liberándose de una supervisión perjudicial para nuestros intereses soberanos, ha reactivado su mercado interno y su comercio internacional, ha impulsado su actividad agropecuaria que está próxima a alcanzar la meta de 100 millones de toneladas, ha reabierto sus industrias cerradas, ha aumentado sus servicios, se ha lanzado a construir los caminos, los puentes, las vías, las viviendas, las escuelas, demoradas durante muchos años.
Aún concientes de todo lo que falta, aún sabiendo que la equidad social y la igualdad de oportunidades para todos los habitantes de nuestro país es una deuda dolorosamente pendiente, aún pensando que hay errores para corregir, vemos un futuro promisorio y posible que antes no que antes no veíamos. Hoy sabemos que se puede construir un país y soberano y más justo estamos haciéndolo.
A la Patria la debemos construir entre todos. Las Fuerzas Armadas no pueden quedarse al margen porque sus integrantes, como ciudadanos, aportan su esfuerzo cotidiano y, como militares, deben redoblar su contribución en lo específico: la modernización del instrumento militar de la Defensa para ponerlo al servicio de la Nación y su soberanía.
Debemos salir gradual, pero firmemente, de la decadencia y la desinversión. Estamos en una nueva etapa: la de la actualización doctrinaria y organizativa, la del trabajo, conjunto, la de la racionalidad y la eficiencia en el uso de los recursos y la decisión de las inversiones, la de la recuperación de la capacidad operativa, la de la excelencia en la formación profesional, la de la profundización de valores democráticos y republicanos, la del respeto, de los derechos humanos, la del fiel e irrenunciable acatamiento a la Constitución Nacional.
A ese desafío están todos convocados: los oficiales, los suboficiales, los soldados, los civiles, hombres y mujeres. Y quiero convocar especialmente a los jóvenes de esta institución, incontaminados de los errores dolorosos del pasado, entusiastas de su vocación y esperanzados en su formación profesional de calidad porque de ellos es el futuro.
Quiero también hacer llegar mi emocionado saludo en este día de la Fuerza Aérea a los efectivos que trabajan por la defensa y para la paz, en los lugares más inhóspitos o más lejanos, sea en los helados suelos antárticos o en las complejas realidades de Haití y Chipre.
Que el testimonio liberador de San Martín, Belgrano, Moreno y Brown los inspire siempre y la vocación pionera de Newbery los retroalimente cada día.
¡ VIVA LA PATRIA ¡
Buenos Aires, 10 de agosto de 2007
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